El nuevo mecanismo cambiario venezolano que prometía el libre canje de divisas fue incapaz de satisfacer la demanda tras un mes de operación, lo que ha disparado el valor del dólar negro que el gobierno izquierdista de Nicolás Maduro esperaba derrotar.
El Sistema Marginal de Divisas (Simadi) fue anunciado con bombos y platillos por Maduro y sus ministros del área económica como un sistema «libre» y que funcionaría «a través de las bolsas (de valores) públicas, de las bolsas privadas, donde concurran el sector privado y el sector público».
Sin embargo a la luz de la cotización del mercado negro (donde un dolar cuesta 40 veces mas que el subsidiado para importaciones prioritarias, de alimentos básicos y medicinas), el Simadi no ha satisfecho las expectativas de divisas de rubros que el gobierno considera «no prioritarios» (insumos industriales), mientras la entrega de divisas para las prioritarias se redujo de forma considerable.
A mediados de esta semana el dólar para importar alimentos y medicinas seguía clavado en 6,30 bolívares –como desde hace dos años pese a una inflación de 70% anual– mientras el Sicad costaba 12 bolívares y el Simadi 190. Frente a ellos el paralelo seguía su escapada y rozaba 270 bolívares por dólar.
«La modificación del sistema cambiario no ha funcionado como se esperaba. No ha habido asignaciones de dólares en el Sicad (a Bs 12 por dólar), la asignación de divisas en Cencoex a Bs 6,30 por dólar ha estado muy escasa; y luego el Simadi no ha funcionado, con una demanda sustancialemnte mayor que la oferta» resume a la AFP el economista y director de la consultora Ecoanalítica, Pedro Palma.
Con el Simadi la promesa del Ejecutivo señalaba que «los oferentes y demandantes se pueden cruzar entre sí» con un precio para las divisas «que de acuerdo a las necesidades de la economía irá subiendo o bajando», en un esquema que cubriría menos de 5% del mercado de divisas.
En consecuencia el resto del mercado cambiario sería atendido por Cencoex (alimentos y medicinas) y Sicad (otros rubros básicos) con subastas.
Sin embargo el Sicad no ha retomado las subastas que detuvo en octubre, e incluso de la última realizada hace más de cuatro meses todavía no se han liquidado las divisas a algunas de las empresas beneficiarias, indica Henkel García, director de la firma Econométrica.
Aunado a esto -explica García- la oferta del Simadi ha sido muy poca y esencialmente de algunos privados. El sector público, principalmente el BCV y la estatal Petróleos de Venezuela, no han ofertado divisas.
Pero en ese marco de austeridad Venezuela ha tenido especial cuidado de seguir pagando su deuda externa. El último pago se realizó esta semana, cuando canceló 1.070 millones de euros de un bono 2015 y entre abril y mayo están programados pagos por 1.800 millones de dólares.
Imbatible
El mercado del dólar negro, que ha florecido ante la sequía de divisas en el marco del control de cambio que rige en Venezuela desde 2003, ha entrado en una fase ascendente desde que Maduro asumió el poder en 2013.
Pero desde octubre de 2014, en medio de la caída de los precios del crudo y de los temores de una posible suspensión de pagos de deuda de Venezuela, la divisa en el mercado paralelo ha escalado desde Bs 100 hasta unos Bs 270 por dólar, un alza de 170% en seis meses.
Este comportamiento sugiere que el Simadi no ha sido efectivo.
«El Banco Central (BCV) ha dado señales de que aspira a que ese mercado sea alimentado por privados. Pero no está claro cual es la cotización normal» indica Palma.
Pero subraya que «no se ven posibilidades de este mercado. Una cosa es que algunas empresas tengan necesidad de vender dólares, y las registren» ante el BCV, pero descarta esto como una posibilidad masiva de alimentar el Simadi pues de requerir moneda local, las empresas «tienen muchísimos bolívares para financiarse», por la acumulación de dividendos represados durante varios años, como sucede con muchas de las trasnacionales en el país.
Tras un mes de operación, la cotización del Simadi ha aumentado 11,5% pasando de Bs 170 a 190.
Para García en el actual sistema cambiario, la tasa a Bs 6,3 por dólar «es lo que realmente hace daño. Hace todo el régimen cambiario ineficaz e inviable», pues es considerado como un fuerte incentivo para la corrupción, a la vez que impide reducir el déficit fiscal, al recibir el sector público menos moneda local por cada billete verde.
AFP