Un bebé orangután fue hallado por conservacionistas en condición crítica en el oeste de Borneo. Budi, de 1 año, se estaba muriendo de hambre en un pequeño gallinero.
Lo alimentaban sólo con leche condensada y apenas tenía fuerzas para sentarse.
Deformado por la mala dieta, ahora se recupera gracias a un arduo tratamiento de rehabilitación.