En agosto del año pasado, Dinamarca informó que una de sus fragatas estaría equipada con un radar que permitirá contribuir al escudo de defensa antimisiles de la OTAN.
En un artículo de opinión publicado en el diario danés Jyllands Posten el pasado sábado, el embajador ruso Mikhail Vanin dijo que los daneses no entienden completamente las consecuencias de unirse al escudo antimisiles.
«Si esto ocurre, los barcos de guerra daneses se convertirán en blancos de los misiles nucleares rusos», escribió.
El ministro de Exteriores de Dinamarca, Martin Lidegaard, dijo que los comentarios de Vanin son «inaceptables».
«Rusia sabe muy bien que el escudo de la OTAN es defensivo y no está dirigido a ellos», dijo Lidegaard. «Sin embargo, no voy a sobredramatizar esto. Ahora mismo no estamos de acuerdo con Rusia en asuntos importantes pero también cooperamos, por ejemplo en el Ártico y esto hace importante que el tono entre nosotros no escale. Ciertamente nosotros no estamos contribuyendo a eso».
Tensiones en Ucrania
Las tensiones entre Rusia y los miembros de la OTAN han escalado desde queRusia anexó a Crimea en 2014 y tras las acusaciones de que su ejército ha estado involucrado en la violencia en el este de Ucrania. Moscú ha negado en repetidas ocasiones su involucramiento.
En abril de 2014, los ministros de Exteriores de la OTAN suspendieron todo tipo de cooperación civil y militar con Rusia.
Estados Unidos y la OTAN han realizado ejercicios militares como parte de algo que Estados Unidos describe como «una demostración de nuestro continuo compromiso con la seguridad colectiva de la OTAN y dedicación a una paz duradera y estabilidad en la región, a la vista de la intervención de Rusia en Ucrania, específicamente».
El 2 de marzo pasado, el subsecretario general de la OTAN, Alexander Vershbow, dijo durante la reunión anual de la organización sobre control de armas que la anexión de Crimea por parte de Rusia y «la desestabilización del este de Ucrania han puesto al sistema de seguridad europeo y las reglas de los acuerdos que se realizan en su marco, bajo una tensión severa”.
La OTAN afirma que su objetivo a largo plazo es «fusionar los activos de defensa antimisiles de los aliados en un sistema de defensa coherente, dando protección completa a la población europea de la OTAN, su territorio y sus fuerzas contra amenazas de misiles balísticos».
La OTAN le pidió a Rusia participar en el sistema, pero las negociaciones se estancaron luego de que Rusia demandó un tratado que garantizara que el escudo no se usaría como disuasión para los propios sistemas de Moscú.