También vimos a mujeres peleando por un paquete de leche, por unos pollos y una corredera de un lado para otro y atropellándose entre sí al pensar que había llegado algún producto regulado, sin importarles que en el lugar se encontraban ancianos, niños y minusválidos
Salomón Benshimol R. / sbenshimol@yahoo.com
Qué desgracia la de este país ya que el actual régimen solo se ocupa de tener al pueblo en una constante fiesta, fiesta hasta para conmemorar un aniversario más de la sentida muerte del comandante Hugo Chávez, y para continuar festejando, la presunta invasión de los “gringos imperialista, pensamos y creemos que si eso tuviera un solo ápice de razonamiento y de verdad, no debería convocarse al pueblo a un jolgorio como lo han hecho los que hoy los que desgobiernan a Venezuela.
Qué tristeza da que pensar que el mismo presidente designado por el Consejo Nacional Electoral, no se de cuenta de las colas reales y verdaderas que se forman en todos los puntos de abastecimientos del país en busca de obtener lo insumos de primera necesidad que necesita un pueblo para subsistir, pero más vergonzoso y lamentable es que siempre aparezca un culpable del hambre del pueblo y que no tengan los cojones para reconocer que ellos son los únicos culpables del hambruna que hoy vive nuestra patria. Es verdad comemos… ¿pero qué comemos y cómo nos cuesta conseguirlo? Conocemos de muchas madres y de muchos padres que se limitan a comerse un pedazo de pan con agua para dejarle la comida a sus hijos y puedan ir medio alimentado al colegio ya que muchas veces ni eso pueden. Eso se debe a la gran improvisación de los encargados de distribuir los alimentos básicos al pueblo venezolano, para nosotros, eso es un desgracia y una falta de respeto a la dignidad de una nación como Venezuela.
En los últimos días hemos visto mucha gente venida en autobuses de lujo del interior con el fin de ser la comparsa del actual circo que se realiza, por lo menos en la capital, para esas actividades sí hay dinero, para buscar firmas para un pretendido pedido al presidente Obama para que derogue, el decreto recientemente publicado, algo que todo ciudadano consiente sabe que no lo logrará, lamentablemente muchos son los compatriotas que sean han visto obligados a firmarlo o de lo contrario perderían las migas de pan que le da el régimen a lo más desposeídos de nuestras barriadas, todos deben tener claro el destino que le dará Obama a dicha solicitud y eso que a él no le hace falta el papel sanitario.
Con demagogia barata, arengando al patriotismo fácil, el actual régimen se equivocó pensando que el pueblo lo apoyará, y aunque los jalabolas que rodean a los creadores de esa idea piensan que eso le dará votos, acérquense a cualquier Mercado Bicentenario y escuchen lo que allí se dice, en voz baja por temor a represalias. Y de paso escuchen cuál será la real y verdadera intención del voto de los que hacen colas allí, que coste, lo que digo no me lo contaron, lo vivimos y palpamos en unos de esos puntos de abastecimiento la semana pasada, también vimos a mujeres peleando por un paquete de leche, por unos pollos y una corredera de un lado para otro y atropellándose entre sí al pensar que había llegado algún producto regulado, sin importarles que en el lugar se encontraban ancianos, niños y minusválidos, también insultos y tentativa de peleas. Menos mal que llamaron a la Guardia Nacional y se pudo recuperar el orden, pero no la arrechera de los que ahí se encontraban tratando de abastecerse de los productos de la dieta básica para alimentar a sus familias
El pueblo no quiere más circo, quiere comida para alimentar a sus hijos y no hay nada más temible que una madre buscando cómo alimentar a su familia. Realmente esta no es la Venezuela que queremos y que necesitamos.