Los más pequeños requieren de una adecuada exposición solar
El raquitismo es la enfermedad más común del hueso en crecimiento. Se produce por la falta de vitamina D, calcio o fósforo, lo que conlleva unos huesos blandos, deformados y con retraso en su desarrollo.
Cuando falta vitamina D, no se puede absorber el calcio y el fósforo de los alimentos en las cantidades adecuadas. Al disminuir el calcio de la sangre, se ponen en marcha mecanismos (extracción de calcio y fósforo de los huesos) para restablecer los niveles normales en sangre de dichos minerales, lo que explica que los huesos se vuelvan blandos y débiles.
Suele aparecer en periodos de crecimiento rápido, sobre todo entre los 6 meses y los 3 años de edad, cuando las necesidades de calcio y fósforo son elevadas y la exposición al sol suele ser insuficiente.
A lo largo de la historia, la luz solar ha cubierto las necesidades de vitamina D del ser humano. Sin embargo, la menor exposición solar de la población en general, y de los niños en particular, ha condicionado la reaparición del déficit de vitamina D y ha convertido al raquitismo nutricional en un problema de salud mundial.
Esto se ha debido a los movimientos migratorios, a los cambios actuales en el estilo de vida, asociados al desarrollo y la industrialización, la vida en las ciudades, el uso de vestimenta cubriendo la totalidad del cuerpo salvo cara y manos, la práctica del ocio en espacios cerrados con disminución de horas de juego y deporte al aire libre, la contaminación ambiental y las campañas de salud pública que aconsejan evitar exponer a los niños al sol, o hacerlo con fotoprotección, para disminuir el riesgo de cáncer de piel.
En resumen, aunque en los paises desarrollados no es una enfermedad frecuente, la forma de vida actual conlleva que los niños tengan unos niveles bajos de vitamina D en la sangre.
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