Omar Ávila
Barack Obama es la cortina de moda de Nicolás Maduro y sus acólitos para tratar de ocultar la inflación, la escasez, la inseguridad, en fin la larga lista de todas las penurias que sufrimos a diario los venezolanos en el país.
Una vez más queda claro que a este gobierno no le importa el soberano. A diario podemos ver en las cadenas y propagandas, como son dilapidados los recursos del Estado que tanta falta le hacen a los venezolanos, esta vez con la intención de desviar la atención de nuestro pueblo con esa pantomima de recoger firmas, donde también se ha obligado a los funcionarios públicos a estampar sus rúbricas en las planillas para que el presidente estadounidense derogue el decreto donde sanciona a unos cuantos “enchufados” que han desangrado económicamente al país y que han violentado los derechos humanos.
La distracción llega a un punto tal, que por un lado tenemos el aumento de la gasolina a la vuelta de la esquina, y por otro, la amenaza que recientemente hizo la Fiscal General de la República acerca de la regulación de las redes sociales en el país; esto indudablemente como otra medida del régimen, para seguir ocultando la realidad de Venezuela ante el mundo.
Quiero pedirle de manera seria y responsable al Gobierno Nacional, que dejen este nuevo show mediático con lo de la supuesta nueva “guerra” y se dediquen a atender los múltiples problemas que existen en el país y que cada día se agravan más. El deber ser es ocuparse de resolver el tema del desabastecimiento, de la inflación, de la inseguridad y de la salud.
Los invito a librar la guerra, pero las reales, como lo son la guerra contra el hampa, contra el hambre y de la corrupción. A ser justos y exigir la calidad de vida que hemos perdido a pasos de vencedores en el transcurso de estos últimos dieciséis años. En los últimos meses se nos ha ido la vida recorriendo abastos y supermercados para tratar de conseguir los alimentos de la cesta alimentaria, medicinas, repuestos. El país está paralizado en unas colas eternas. Bajo este parámetro, es muy difícil avanzar hacia el progreso que todos deseamos.
Definitivamente el año 2015 nos brinda la oportunidad para lograr darle un alto a este gobierno incapaz, ineficiente e inepto. No podemos resignarnos a vivir entre el no hay, las colas a ver que se consigue, el racionamiento cada vez menos disimulado, producto de un régimen que insiste en una política económica que ha fracasado en el mundo entero, en una política de importación insostenible ante la grave situación de haberse acabado el tiempo de las vacas gordas.
No podemos acostumbrarnos, ni mucho ser indiferente cuando vemos que se ha vuelto común que en una bodega vendan leche en polvo, azúcar, harina o cualquier otro producto por cucharadas, en fin, lo único que ha logrado este régimen es imponernos la economía de la miseria como forma de vida. Por eso el llamado es a participar y votar masivamente en la próximas elecciones parlamentarias, hacerlo con conciencia para comenzar a recuperar la moral y el país que todos queremos y merecemos.