Visitar al Nazareno: tradición con más de 300 años

 Fieles acuden a la Basílica Santa Teresa para orar, pedir y principalmente dar gracias al Nazareno de San Pablo por los milagros concedidos
Fieles acuden a la Basílica Santa Teresa para orar, pedir y principalmente dar gracias al Nazareno de San Pablo por los milagros concedidos (Foto: Giovanni Martínez /LaVoz)

Como es costumbre, vestidos de morado, caminando sin zapatos y a veces de rodilla, ingresaron este año miles de feligreses a la Basílica Santa Teresa para rendirle culto a la imagen del Cristo, que desde 1674 recorre las calles de Caracas

A pesar de la molestia que pueda causar caminar descalzo por las calles de Caracas, para muchos feligreses esto no es nada comparado a lo que pasó Cristo en la cruz, así lo afirmó Yolanda Moreno, quién lleva 3 de los 8 años que le ofreció al Nazareno por permitirle conservar sus piernas.

Y es que, cuando se encontraba a punto de ser sometida a una operación en la que le amputarían un miembro inferior, tras haber contraído una fuerte infección, Moreno le pidió a San Pablo (como también le nombran al Nazareno) que por favor le ayudara a conservar su pierna y así sucedió.

Así como este testimonio, son miles los que años tras años se manifiestan en la Basílica Santa Teresa los Miércoles Santos. Algunos prometen entrar al templo de rodillas, otros vestidos de morado y algunos simplemente acuden con una orquídea o estampita a venerar a ese Cristo “milagroso” que les ha curado y protegido durante muchos años.

Desde las 3 de la tarde del martes, los fieles se apostaron a las afueras de la iglesia en la espera de la apertura de la misma, la cuál sucedería a las 11:30 p.m. para posteriormente ofrecer a las 12 a.m. la primera misa en Honor al Nazareno de San Pablo. Y fue así como hora tras hora, los creyentes pudieron estar presente en la celebración de la palabra, así como venerar la imagen del Cristo.

De esta forma, las calles del centro de Caracas se vistieron de morado, durante parte del martes y durante todo el miércoles; en donde las personas debieron permanecer por más de tres horas en cola para poder entrar a observar de cerca la imagen, algo que según informaron fue poco comparado con años anteriores en los que se echaban el día completo.

 

Engalanado 

Más de 6 mil orquídeas fueron empleadas para adornar al Cristo vestido con una túnica de terciopelo en tono morado, con bordados en hilos de oro y que, adicionalmente, lleva acuestas una cruz y la simulación de una corona de espinas, informó el sacristán Ángel Ramírez. Agregando que de esta forma, garantizaron que saliera “engalanado”.

Asimismo, indicó que las flores que no le fueron colocadas al Nazareno serían donadas a otras parroquias el Jueves Santo.

En tanto, el cardenal Urosa Sabino, aprovechó la ocasión para hacer sus votos para que los venezolanos renueven su fe y su compromiso con Dios y el prójimo durante esta Semana Santa, afirmando que es necesario acercarse a Dios para vencer la tentación del dinero fácil, el odio, la violencia y el relajo afectivo-sexual.

Historia de una tradición

Venerar al Nazareno de San Pablo constituye la tradición emblemática caraqueña en la Semana Santa. En 1674, cuando Caracas solo tenía 6 iglesias, el Arzobispo Fray Antonio González y Acuña dispuso que el Miércoles Santo fuese dedicado al culto del Nazareno, cuya imagen, desde entonces, en este día debería ser llevada solemnemente en procesión por las calles de la capital.

Cuenta una de las historias que en 1696, cuando la peste amarilla azotaba Caracas, el pueblo decidió sacar la imagen en procesión y tropezó en la esquina caraqueña de Miracielos, con un limonero, del cual se desprendieron los frutos con los cuales se elaboró una bebida que dio la cura inmediata a las personas que padecían la enfermedad. Desde entonces, la feligresía le rinde tributo por sus favores.

Fue en abril de 1880 cuando la imagen y los objetos de culto que estaban en la Capilla de San Pablo se trasladaron a la Basílica Santa Teresa; y desde la fecha, centenares de orquídeas, flor nacional de Venezuela, donadas por la feligresía, adornan al Nazareno de San Pablo

Por: Patricia Medina / pmedina@diariolavoz.net

Fotos: Giovanni Martínez

 

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