La Casa Blanca afirmó este martes que EE.UU. no considera a Venezuela una «amenaza» para su seguridad y subrayó que la orden del presidente Barack Obama en la que se declaró una emergencia nacional a causa de la situación en el país sudamericano no fue un ataque al Gobierno venezolano, reseñó la agencia de noticias EFE.
«Estados Unidos no cree que Venezuela represente una amenaza a nuestra seguridad nacional», sostuvo el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia telefónica con periodistas para dar detalles del viaje de Obama a Jamaica y Panamá, donde asistirá a la VII Cumbre de las Américas.
Según Rhodes, el uso del término «amenaza» forma parte del lenguaje establecido para formular el tipo de órdenes ejecutivas como la emitida por Obama en marzo con sanciones a funcionarios venezolanos a los que EE.UU. considera responsables de violaciones a los derechos humanos.
En esa orden, Obama declaró una «emergencia nacional» al considerar la situación en Venezuela una «inusual y extraordinaria amenaza» para la seguridad estadounidense.
Rhodes insistió hoy en que esa orden «de ninguna manera pretendía atacar al Gobierno venezolano».
En la misma línea, el principal asesor de Obama para Latinoamérica, Ricardo Zúñiga, enfatizó en la conferencia telefónica que la orden presidencial se refiere a la «situación», no a Venezuela como país, como un riesgo para la seguridad de EE.UU.
«No negamos que el lenguaje del texto creó cierta confusión a nuestros socios» en la región, dijo después Zúñiga en otro encuentro con periodistas.
En respuesta a esa orden, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, inició la campaña «Obama deroga tu decreto ya».
Según Maduro, hasta el pasado domingo se habían recabado 8 de los 10 millones de firmas que se impuso como meta para entregar a Obama en la Cumbre de las Américas en rechazo a su decreto.
Maduro ha reiterado desde entonces que Obama logró con su «desacertada y errática» decisión levantar «una ola de indignación mundial», expresada en resoluciones de rechazo adoptadas, entre otros, por diversos organismos como la Unasur, la Celac y la Alba.
Rhodes y Zúñiga coincidieron en que la situación en Venezuela y las tensiones entre Washington y Caracas centrarán parte de la atención en la cumbre de Panamá, que tendrá lugar el viernes y sábado.
Zúñiga remarcó que hay «una clara preocupación» en toda la región por la situación en Venezuela y que EE.UU. apoya los esfuerzos de organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para fomentar el diálogo interno en ese país.
«Queremos una Venezuela pacífica, democrática y próspera», subrayó Zúñiga al recordar que ese país es uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos.