Alrededor de 300 venezolanos residentes en Panamá manifestaron en la capital para pedir la libertad de los «presos políticos» y el cese de la supuesta represión estatal y la violencia en el país suramericano.
Al grito de «Expatriados pero no callados» y «Libertad», cerca de 300 venezolanos entre estudiantes, jubilados y padres de familia exigieron a la comunidad latinoamericana que reaccione contra la «violación de los derechos humanos» en Venezuela.
Roberto Díaz Mayaudón, un joven de apenas 20 años, asegura que tuvo que abandonar los estudios de derecho que cursaba en una universidad de Venezuela por la «represión» del gobierno.
Díaz fue uno de los miles de estudiantes que salieron a las calles para «protestar contra el chavismo» en febrero del año pasado.
«El 12 de febrero (de 2014) fue un día muy fuerte para nosotros. Tuve que cargar con mi compañero caído, Bassil Dacosta (uno de las 43 personas que perdieron la vida en las protestas)», indicó.
La protesta, que se llevó a cabo en un parque de la capital panameña, fue organizada por la colonia de venezolanos en Panamá, que se estima en 50.000 personas y que ha aumentado en los últimos meses.
Marianela Saso, que llegó al país centroamericano hace 3 años después de que intentaran «secuestrar y matar» a su hijo de 12 años, clamó contra la «inacción» de la Organización de Estados Americanos (OEA), que «está ciega y comprada por el petróleo venezolano».
«Aquí (Panamá) yo puedo hablar y no me matan, en Venezuela hago esto y me matan al día siguiente», añadió Sosa.
Otra de las manifestantes, Ana María Sánchez, que vino a Panamá hace solo 8 meses «huyendo de la escasez y la inseguridad» de Venezuela, negó que los venezolanos «ricos» sean los únicos que abandonan el país.
«Yo soy de clase media baja y aquí estoy», explicó Sánchez.
Los manifestantes, que portaban pancartas y camisetas con los colores típicos de Venezuela, rojo, amarillo y azul, desplegaron una bandera del país suramericano de 30 metros de largo.
«¿Cómo es posible que un país petrolero tenga la situación que estamos viviendo?», se preguntó Jorge García Andrae, visiblemente emocionado.
A la manifestación se unió también Mitzy Capriles de Ledezma, la mujer del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, preso desde hace más de un mes y acusado formalmente de «conspirar» contra el gobierno venezolano.
También mostraron su apoyo varios ciudadanos argentinos que temen que una crisis como la venezolana «estalle» en Argentina.
En la esquina opuesta del parque donde se estaba desarrollando la protesta antichavista, una decena de sindicalistas panameños montaron la «contra manifestación» y protestaron contra la injerencia estadounidense en Cuba y Venezuela y reivindicaron la independencia de Puerto Rico, entre otras proclamas.
EFE