La carrera estelar de Malala Yousafzai ha incluido ya un Premio Nobel de la Paz. Pero la semana pasada, además, ella empezó su carrera en el espacio exterior. Un astrofísico de la NASA ha bautizado un asteroide con el nombre de la niña después de que la activista en defensa de la educación de las niñas en Pakistán, fuera gravemente herida por un talibán paquistaní por promover el derecho de las niñas a ir a la escuela.
Malala logró salvarse tras el ataque y recuperarse sin daño neurológico grave. Así, ella une su nombre a los cielos. Después de leer su historia, el científico Amy Mainzer, que también es consultor de PBS en el show ciencias de la educación para niños, decidió que Malala merecía ser inmortalizada.
Miles de asteroides pululan por el sistema solar, principalmente entre Marte y Júpiter. Mainzer, que trabaja en el Laboratorio de Jet Propulsion, descubrió el asteroide 316.201 en junio de 2010, y este descubrimiento le dio el derecho a poner el nombre al asteroride.
«Hablando con mi compañero Dr. Carrie Nugent nos dimos cuenta de que a pesar de que se ha puesto nombre a muchos asteroides muy pocos reciben el nombre de mujeres», le explicó Mainzer a Malala en una carta.
El asteroide de Malala gira alrededor del Sol entre Marte y Júpiter cada cinco años y medio, dijo Mainzer. «Tiene unos 4 kilómetros de diámetro, y su superficie es muy oscura, como el negro de un tóner de impresora», explicó.
Como científico, su apoyo al trabajo de Malala es lógico. Cuando las niñas de todo el mundo también reciben educación, aumenta el potencial humano.
«Necesitamos desesperadamente el capital intelectual de todas las personas inteligentes para resolver algunos de los problemas más difíciles de la humanidad, y no podemos darnos el lujo de rechazar a la mitad de la población», Mainzer escribió.