Las polémicas declaraciones del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tuvieron eco en el gobierno español y por ello el Ministerio de Relaciones Exteriores citó, por espacio de 5 minutos, al embajador de ese país en Madrid, Mario Ricardo Isea, para manifestar el rechazo del gobierno ibérico por las duras palabras del gobernante sudamericano.
El diplomático fue recibido por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez-Olea, quien le expresó su malestar por lo dicho por Maduro, quien calificó al presidente Mariano Rajoy de racista y cargó en contra de Congreso de Diputados español tras el pedido de libertad de los opositores Antonio Ledezma y Leopoldo López.
“Rajoy es un racista, el rajado de Rajoy. En España son todos racistas, son una élite corrupta”, dijo el sucesor de Hugo Chávez en referencia al Jefe de Estado del país europeo.
“Que las Cortes (españolas) vayan a opinar sobre su madre, pero que no opinen sobre Venezuela”, añadió.
Horas antes de la reunión José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, dijo: “Acusar a un Gobierno, a un político, a un partido o a toda una Cámara por defender la libertad y que haya pluralidad en las democracias está absolutamente fuera de lugar”, reseñó el diario madrileño ABC.
LEY // MARIO