Venezuela, Colombia y Ecuador, en ese orden, son los países latinoamericanos más sensibles ante la caída del precio del barril de petróleo en el mercado internacional, según un estudio del grupo Coface, dedicado a los seguros de crédito a nivel mundial.
«Ecuador es el tercer país más sensible con la caída del petróleo. Venezuela y Colombia ocupan el primer y segundo lugar, respectivamente», señala un informe del grupo proporcionado a Efe, en el que apunta que en Ecuador es necesario ver la situación como «una oportunidad para la diversificación de la economía».
Ello, añade, con el aumento de exportaciones de bienes no tradicionales y el mejoramiento de la industria interna.
Coface indica que el impacto de los precios del petróleo en América Latina depende del país y del tiempo en el que se mantengan y agrega que Venezuela «es el mayor perdedor» y el Fondo Monetario Internacional pronostica que cada 10 dólares de disminución en los precios del petróleo reducen la balanza comercial en un 3,5 % del PIB.
En el ámbito local, de acuerdo con Coface Ecuador, existirán afectaciones directas e indirectas en cada sector.
«Se puede afectar el sector de la construcción por desaceleración de la inversión estatal, los servicios petroleros por la disminución de ingreso en el sector y los importadores exclusivos de productos grabados por las salvaguardias como llantas, fragancias, etcétera», señala Carlos Romero, gerente de Riesgos de Coface Ecuador.
En un escenario con precios de petróleo rondando los 50 dólares por barril existe una brecha alta frente al valor presupuestado de 79,9 dólares por barril y acarrearía disminución de liquidez, gasto y aumento de endeudamiento, indica Coface.
Pero subraya que para estimar los impactos entrarían otros factores como aumento o disminución de producción petrolera, crecimiento o disminución de otras exportaciones, cambios en la matriz energética, condiciones de préstamos adquiridos y evolución de la recaudación tributaria interna, entre otros.
En Latinoamérica, el de mejor calificación es Chile (A2), un país con importantes recursos mineros y naturales, una economía diversificada e institucionalmente estable.
Al otro lado de la tabla están países como Cuba, Haití y Venezuela, economías que por diferentes razones no han explotado sus potenciales, «tienen poca diversificación y la situación política interna y externa crea ambientes inadecuados para las empresas», apunta el comunicado.
Ecuador con su calificación de B está en mejor posición que países como Argentina, Bolivia, Paraguay y Nicaragua, agrega, al señalar que el país se benefició de un crecimiento relativamente rápido de su PIB, mejorando infraestructura y gasto social, lo que le ha permitido reducir la pobreza.
Sin embargo, anota que con la baja de los precios del petróleo no «será posible mantener los niveles de gasto y existe presión sobre el equilibrio fiscal». EFE