El 22 de julio de 2014, se realizó el desalojo de la emblemática Torre de David, como se conoce a la Torre Confinanzas, un enorme edificio inconcluso en el centro de Caracas que estuvo ocupado por más de mil familias desde hace años.
Este rascacielos de 45 pisos no es un hotel de cinco estrellas ni un elegante edificio de apartamentos: se trata de un barrio vertical, probablemente, el más alto del mundo.
El edificio iba a ser sede de un nuevo centro financiero en la urbanización San Bernardino, pero fue abandonado alrededor de 1994 después de la muerte de su creador -el banquero y criador de caballos David Brillembourg- y del colapso del sector financiero venezolano.
Para el 2007, ocupantes ilegales invadieron el enorme esqueleto de hormigón y el Gobierno socialista del extinto presidente Hugo Chávez se hizo de la vista gorda. Para el 2014, cerca de 3.000 personas llamaron a la torre su casa.
En la actualidad, permanece ocupado por unas 300 familias que pagan a una cooperativa unos 250 bolívares al mes para tener acceso a agua, electricidad, limpieza de los espacios comunes e incluso seguridad. De las 4.000 personas que llegaron a vivir en su interior, solo quedan unas 1.000 que ocupan hasta la planta la planta 13 de la emblemática torre.
EFE