Los padres de Sharky Jama, de 25 años, se enteraron de la muerte de su hijo a través de un mensaje de texto y una llamada telefónica el lunes, de acuerdo con Hussein Harakow, presidente del Consejo Somalí Australiano de Victoria, Australia.
«Estaban muy sorprendidos y muy decepcionados», dijo Harakow, quien conoce a la familia Jama.
Harakow dijo que Jama había desaparecido en agosto de 2014 junto con otro somalí-australiano, al que los medios australianos identificaron como Yusuf Yusuf, estudiante de Negocios.
‘Nunca explicó lo que pasaba’
Harakow dijo que los padres de Jama mantuvieron en contacto con su hijo, quien estuvo en la ciudad iraquí de Fallujah (en donde se creía que vivía) y que los militantes de ISIS lo tenían bajo custodia.
Sin embargo, les dijeron que lo habían matado en un tiroteo en Siria.
Dijo que la familia no sabía que Jama se había unido a ISIS, a pesar de que hacía publicaciones pro-ISIS en las redes sociales y que los medios hacían reportajes sobre sus actividades.
«Nunca explicó qué está pasando allá ni qué estaba haciendo», dijo Harakow a CNN.
«La familia llevaba una vida sencilla. Nunca hablaban de esta clase de cosas».
Una portavoz del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia dijo que no podía confirmar la muerte de Jama y que sus facultades respecto a Siria e Iraq están limitadas.
«Debido a la situación de seguridad extremadamente peligrosa, ya no hay asistencia consular en Siria», señaló en un comunicado.
‘Culto a la muerte’
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, mencionó los reportes de la muerte de Jama en un comunicado que emitió este jueves.
«Tengo un mensaje muy sencillo para quienes podrían estar pensando en ir al extranjero a unirse a estos grupos terroristas: no lo hagan», dijo.
«Son cultos a la muerte… no tratan sobre religión, simplemente giran alrededor de la muerte y es tan probable que sea su muerte como la de cualquier otra persona».
‘Muy agradable’
Stephen Bucknall, director de la agencia de modelos FRM Model Management de Melbourne, dijo que su agencia había representado a Sharky durante dos años y medio.
Rescindió su relación con el aspirante a modelo cuando surgieron reportes en los medios en diciembre de 2014 sobre su incorporación a ISIS.
«Nos impresionó mucho enterarnos de que se había unido a ISIS y a final de cuentas cortamos todo lazo con él», dijo Bucknall. «Era un tipo muy agradable, muy cortés, siempre venía con una sonrisa. Tenía por delante una gran carrera de modelaje. Siempre se presentaba en la agencia listo para trabajar en la pasarela, en medios impresos y en televisión».
¿Una luz brillante?
Berhan Ahmed, activista y presidente del grupo de estudios African Think Tank, dijo que había conocido a Jama en eventos comunitarios.
Dijo que Jama era extrovertido y «extravagante»; agregó que había llevado una vida social activa, centrada en la música y la vida nocturna y que trabajaba como DJ.
«Para ser honestos, lo habría considerado una señal de esperanza para la comunidad», dijo a CNN. «Se había integrado, se metió a la corriente predominante».
Sin embargo, gradualmente moderó su vida social y empezó a pasar más tiempo en casa, suceso que no necesariamente habría alarmado a la gente que lo rodeaba, dijo.
«Como padre pensarías que tal vez estaba empezando a sentar cabeza, que estaba empezando a madurar, a emprender su vida de una forma diferente», dijo.
Ahmed dijo que nunca escuchó que Jama hiciera declaraciones pro-ISIS. «Pero no me sorprendería. De vez en cuando escuchas esta clase de argumentos», dijo. «La gente empieza a pensar: ‘¿A dónde pertenezco, quién soy?'».
Los reportes sobre la muerte de Jama causaron que sus conocidos le rindieran tributo en las redes sociales; algunos lo catalogaron comoshaheed (mártir) o le desearon que alcanzara un lugar en el paraíso.
«¡Descansa en paz, primito guapo!», escribió una mujer de Melbourne. «Mantendré cerca de mi corazón todos los recuerdos hermosos y el tiempo que pasamos juntos. Que Alá bendiga tu alma».
‘Amenaza grave’
La muerte de Jama coincide con la publicación de un reporte del grupo de estudios australiano Lowy Institute, en el que se señala que las grandes cantidades de australianos que combaten con ISIS representan una «grave amenaza a la seguridad nacional» y un riesgo de ataque en suelo australiano.
Se señaló que la difícil relación del gobierno con la comunidad musulmana podría complicar los esfuerzos por reducir el extremismo islámico.
La canciller australiana, Julie Bishop, dijo en marzo que hay 90 australianos combatiendo al lado de ISIS en Iraq y Siria, y que al menos 20 australianos han muerto en el conflicto.
Bishop habló luego de que se dieran a conocer los reportes sobre el ataque suicida que Jake Bilardi —un chico de 18 años, originario de Melbourne— perpetró en Ramadi, en Iraq.