El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, visitó este martes el velatorio del escritor Eduardo Galeano, en Montevideo, donde ubicó al fallecido escritor uruguayo entre los grandes referentes suyos y de la llamada revolución bolivariana.
Arreaza dijo que viajó a Montevideo «en nombre del pueblo de Simón Bolívar y de Hugo Chávez para manifestar (su) profundo dolor por la pérdida física de Eduardo Galeano, que ha sido un sembrador de conciencias, conciencias que hoy estamos cosechando ya en nuestros pueblos con juventudes y generaciones dispuestas a ser libres para ahora y para siempre».
«De Galeano aprendimos mucho y siempre sentimos su compañía, su solidaridad con la revolución bolivariana, con el comandante Hugo Chávez y el presidente Nicolás Maduro», agregó.
Según dijo, uno de los últimos actos políticos del desaparecido escritor fue «firmar la solicitud para que el presidente de los Estados Unidos derogue ese decreto imperial que pretende poner bajo amenaza al pueblo de Venezuela».
El vicepresidente venezolano calificó a la pasada Cumbre de las Américas de Panamá como una cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), por un lado, y Estados Unidos y Canadá por otra parte, y señaló que se vio «más que clara la unidad» de Latinoamérica.
Según Arreaza, Chávez «admiró y amó a Eduardo Galeano, así como a Mario Benedetti, como a tantos otros grandes uruguayos, desde muchos antes de ser presidente de la República y estar al frente de la revolución».
También recordó cómo en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago de 2009, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, regaló el libro más conocido de Galeano, Las venas abiertas de América Latina a su homólogo estadounidense, Barack Obama.
«Pretendía el presidente Chávez que Obama sacara las lecciones que todo buen lector de Galeano pudo haber obtenido de ese texto tan rico, sincero. Es como el pueblo escribiendo su historia, en vez de los vencedores escribiéndonos la historia a los pueblos», afirmó.