La Palabra de Dios
¡Cuánto bien nos hace una palabra de aliento, en esos momentos en que nos sentimos desanimados, tristes, decepcionados o solos!
La Palabra de Dios es la más poderosa para llevar paz y gozo, a nuestros corazones heridos por cualquier circunstancia.
“Ya te lo he dicho, ¡se fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes, porque Jehová, tu Dios, te acompañará dondequiera que vayas”, nos promete el Señor en las Santas Escrituras, libro de Josué, capítulo 1, versículo 9.
Aunque esta frase se la dijo Dios a Josué, en el momento en que tuvo que asumir la responsabilidad de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida, luego de la muerte de Moisés, también nos la dice a nosotros, ya que las promesas y bendiciones de Dios son para todos los seres humanos.
Todos pasamos por crisis, en las cuales tenemos que tomar decisiones, que de ser equivocadas, nos traerían graves consecuencias, pero si tenemos la guía del Espíritu Santo, podemos estar seguros de que lo que hacemos es la voluntad de Dios.
“Infundiré mi Espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes” dice el Señor en el versículo 27 del capítulo 36 del libro de Ezequiel.
También tenemos otra promesa de Dios en el versículo 16 del capítulo 4 del libro de Hebreos: “Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayuda en el momento que más la necesitamos”.
Cuando nos sintamos desfallecer busquemos la luz, la esperanza y la confianza que solo nos da Dios, a través de su Santa Palabra.
El cristianismo no es una religión sino un estilo de vida con Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
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