Todo comenzó con un artículo en el que la publicación puntualiza que la famosa valija de Guido Antonini Wilson, con 800 mil dólares que fue detectada en el Aeropuerto de Argentina en agosto de 2007, provenía de Irán y tenía como destino la campaña presidencial de Fernández de Kirchner
En las últimas semanas la revista brasilera VEJA ha desatado una campaña mediática en contra del presidente Nicolás Maduro y altos funcionarios de su Gabinete, sin presentar pruebas documentadas que le permitan al ciudadano común establecer juicios de valor si en realidad lo que se dice es producto de una investigación seria y documentada, o por el contrario forma parte de una campaña de rumores, difamación y desprestigio, que dejan muy mal parada a la presidenta Dilma Rousseff frente a su homólogo venezolano.
Por lo menos en lo que va del 2015, diez números de esta publicación han sido dedicados a Venezuela, y extraña notablemente que ningún personero gubernamental haya alzado su voz de protesta, y mucho menos tomado el tiempo para indagar quién o quiénes están detrás de la tan cacareada “canalla mediática”, término que la revolución le acuña a todo aquello que publican los medios tantos nacionales como extranjeros cuando critica la acción gubernamental o se denuncian hechos de corrupción.
He de aclarar que ni soy chavista, ni pro Maduro, ni nada que se le parezca, pero como cualquier analista de los medios y como investigador me preocupa esta situación. No ha existido un solo caso durante el primer trimestre del 2015, en el que la publicación VEJA no haya dejado de dedicar gran cantidad de centimetraje a Maduro, la revolución y a sus funcionarios. Pero la cosa no para ahí, hay que recordar que todo comenzó con un artículo en el que la publicación puntualiza que la famosa valija de Guido Antonini Wilson, con 800 mil dólares que fue detectada en el Aeropuerto de Argentina en agosto de 2007, provenía de Irán y tenía como destino la campaña presidencial de Fernández de Kirchner. Pero el gobierno de Chávez habría servido de intermediario. «El dinero era originario de Irán para la campaña de Cristina Kirchner», dijo uno de los exchavistas a la revista. A pesar de las investigaciones de la justicia argentina, esto nunca se pudo comprobar.
Caso Conviasa y vuelo VO-3006
Según la Revista VEJA, en su más reciente publicación presenta una investigación, según la cual, el vuelo VO-3006 fue creado en 2007 como parte de un acuerdo bilateral entre Irán y Venezuela y voló la ruta Caracas-Damasco-Teherán hasta 2010. Fue operado conjuntamente por aerolínea estatal venezolana Conviasa y de Iran Air, controlada por el Gobierno iraní.
En dicho trabajo se señala a antiguos partidarios de Chávez, que ahora viven en el exilio en Estados Unidos, que hablaron con VEJA, que la finalidad de esos vuelos conocidos con el apodo de “flight’s aeroterror», eran, presuntamente, para el transporte de dinero sucio o criminales buscados por la Interpol. La primera duda que me asalta, es: ¿quiénes son los antiguos partidarios de Chávez? ¿Tienen nombre y apellido, existen en realidad? ¿Por qué razón no se les menciona si están en el extranjero? Aquí se cae de plano cualquier trabajo serio de investigación. No hay una fuente fidedigna al menos pública, identificable y confiable. Todo suena a rumor…
Continuando con el mencionado trabajo de la revista VEJA, en el mismo se señala que el vuelo «aeroterror», inicialmente voló sobre una base semanal, pero fue cambiado luego a una operación regular llevada a cabo cada dos semanas. Aunque los boletos estaban a la venta a través del sitio de la compañía, los viajeros ordinarios nunca lograron hacer una reserva. Sólo aquellos con la autorización del gobierno podían viajar en el vuelo VO-3006. El avión despegó casi siempre con prácticamente todos los asientos vacíos.
Asimismo, el reportaje precisa que aunque la ruta era deficitaria en términos comerciales, se mantuvo. Una hoja de cálculo del Ministerio de Industrias Básicas y Minería, mostró que mantener ese vuelo costó 45 millones 300 mil dólares entre 2007 y 2009. El gobierno venezolano solo desperdició 36,6 millones de dólares en la operación. Los ingresos provenientes de la venta de entradas en el mismo período llegaron a sólo 15 millones de dólares.
Sobre este particular, tampoco hay prueba de parte de los investigadores de VEJA, ni un solo documento que pueda relacionar de manera demostrativa, pérdidas y ganancias por dichos vuelos. Tampoco hay listados de pasajeros que se puedan comprar con las solicitudes de alerta del FBI. ¿Quién tiene la hoja de cálculo de la que habla el trabajo de investigación de VEJA? ¿Qué tiene que ver el Ministerio de Industrias Básicas y Minería, enla relación de ganancias o pérdidas de la línea aérea Conviasa?
La operación Damasco
y las medias verdades
“La investigación” señala, más no demuestra, que el servicio de inteligencia estadounidense siempre había sospechado que esa ruta fue utilizada para el contrabando de armas entre Teherán y Damasco, y para llevar a los militares iraníes cuya presencia creció significativamente en América Latina, de acuerdo con informes oficiales. El Departamento de Estado estadounidense y el Departamento de Defensa expresaron su preocupación en 2010. En su informe anual sobre el terrorismo, el gobierno estadounidense afirmó que la Guardia Revolucionaria de Irán estaba utilizando el vuelo para fines militares.
Hace dos semanas, VEJA reveló en un artículo cómo Venezuela e Irán habían presuntamente utilizado los vuelos «aeroterror». De acuerdo con los antiguos partidarios de Chávez exiliados en Estados Unidos, se utilizaron los vuelos para el transporte de decenas de extremistas islámicos que necesitaban viajar a Occidente a través de Irán y Siria, sin ser notado.
Según estas fuentes, sin rostros ni nombres, la embajada de Venezuela en Damasco mantiene una red que produce y distribuye auténticos pasaportes venezolanos que fueron suministrados a los terroristas para ocultar sus identidades. La operación, dice VEJA, en Damasco fue encabezada por el agregado comercial de entonces, Ghazi Nasseraddine, un libanés con nacionalidad venezolana. Nasseraddine es un miembro conocido del grupo libanés Hezbollah. Antes de ser nombrado como diplomático, que cuidaba a los intereses de Hezbolá en Caracas.
Como diría la doctora Nancy: Eso está feo pa’ la foto. Así que la “canalla mediática”, no viene del imperio mismo, sino del gigante del sur. Saque usted sus propias conclusiones…
WILMER TIPS
*** EN VOZ BAJA: El presidente Maduro intenta «culpar a Estados Unidos de la baja de los precios del petróleo porque ciertamente el fracking sí ayudó a aumentar la producción petrolera”. Sin embargo, el informe destaca que el error de Venezuela “fue pensar que el petróleo siempre tendría altos precios”.
*** EL HORMIGUERO: Porque Gold Reserve demanda en Luxemburgo? ¿Será que hay algo que embargar? Y no lo sabemos en Venezuela. ¿Será que los bancos de transferencia de los bonos en moneda extranjera están radicados allá? Otro Escándalo en puerta.
A Calzón Quitao / Wilmer Suárez /Twitter: @acalzonquitao54