La estatal papelera de Venezuela prevé invertir 400 millones de dólares para aumentar su producción y poner fin al persistente problema de escasez de papel que sufre el país, afirmó hoy el comisionado presidencial para empresas ocupadas por el Estado, Juan Bautista Arias.
La empresa Industria Venezolana Endógena Papelera (Invepal), o Complejo Editorial Alfredo Maneiro, que pasó al Estado en 2005, «tiene un plan de ampliación que cuesta alrededor de 400 millones de dólares», para acabar con el gasto anual de 694 millones de dólares en importaciones, dijo Arias a Unión Radio.
«Ese plan se ejecutaría aproximadamente en tres años«, pero Invepal «pagaría la inversión en un año» y pondría fin a «los problemas de mercado» respecto a la escasez de papel higiénico, cuadernos y papel periódico, destacó.
La papelera Invepal fue expropiada en enero de 2005, luego de que sus antiguos dueños la declararon en quiebra poco después de la huelga nacional que durante 63 días, entre diciembre de 2002 y febrero de 2003, buscó infructuosamente la renuncia del entonces presidente del país, Hugo Chávez, fallecido en 2013.
La quiebra fue luego ratificada por los tribunales y, con posterioridad, la unicameral Asamblea Nacional la declaró de utilidad pública y social, en un acuerdo aprobado unánimemente por los diputados afines y detractores del Gobierno.
El Estado informó entonces que invertiría cerca de 7 millones de dólares para reactivar la papelera, que contaba entonces con 350 empleados.
Al plan de inversiones por 400 millones le «falta el ejecútese» presidencial, pero ya se ha contactado a expertos chinos para que la papelera no solo atienda la demanda nacional, porque de aprobarse la inversión «estaríamos en condiciones incluso de exportar papel«, remarcó Arias.
La persistente escasez de papel higiénico, por ejemplo, se ha convertido en una fuente de malestar popular, en tanto que la falta de papel periódico ha alentado denuncias contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
El pasado 16 de abril el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Gustavo Mohme, responsabilizó a Maduro del «deterioro de la libertad de expresión y la democracia» y, entre otras culpas, le achacó la importación de papel.
«El Gobierno no les entrega divisas (a los diarios del país) para importar papel o deben hacerlo a través de (…) una estatal que tiene el monopolio de la venta y distribución y que es utilizada como un arma de discriminación para castigar a quienes mantienen un periodismo independiente y fiel a los valores democráticos», aseguró Mohme. EFE