Un grupo de presos está amotinado desde el domingo por la noche en una sede policial de Caracas con un policía como rehén, el cual dijo este lunes a Efe por teléfono que es amenazado con ser lanzado al vacío desde la azotea del recinto.
Los presos de los calabozos de un destacamento de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Catias, denunciaron hacinamientos y retrasos en el proceso judicial y demandan el traslado de la mitad de ellos a penales con mejores condiciones carcelarias.
Efe habló telefónicamente con el aparente líder del motín, que se identificó como Francesco Torti, y con el rehén, el policía Alexander Palencia, quien dijo que ha sido amenazado con ser arrojado desde la azotea del recinto policial y teme por su vida, porque los amotinados “están dispuestos a todo si no se cumple” con lo que solicitan.
Torti dijo que en el destacamento policial hay unos 200 detenidos y que alrededor de la mitad de ellos quieren ser trasladados, pero que las autoridades han ofrecido en unas negociaciones ya iniciadas transferir solo a un puñado de ellos.
“Nada más que a 10 personas y no podemos aceptar eso. Queremos que saquen a todas las personas que se quieren ir (…); la mitad no nos queremos ir y la otra mitad sí nos queremos ir”, manifestó el aparente líder del motín.
Torti aceptó que el policía retenido también hablara por teléfono con Efe y éste, quien se identificó como el oficial de la PNB Alexander Palencia, aseguró que los reclusos solo portan armas blancas y ninguno ha exhibido armas de fuego.
“Estoy pidiendo a las autoridades competentes que están encargadas de agilizar (la negociación en marcha) que todos esos trámites sean, por favor, a la brevedad posible porque el ser humano a veces pierde la paciencia y soy yo quien está en esta situación de rehén, secuestrado”, manifestó el agente.
Confirmó que “en reiteradas ocasiones” ha sido amenazado con ser arrojado desde la azotea del recinto policial y que los amotinados “están dispuestos a todo si no se cumple” con lo que solicitan.
El agente policial aseguró que ha sido “bien tratado en todo momento” y que también se le ha permitido comunicarse con sus superiores.
“Estoy en esta situación que no se la deseo a nadie, pero de verdad que no tengo ninguna queja con los detenidos, porque no me han golpeado. Me han tratado bien, me han dado agua, comida”, sostuvo.
No obstante, otros agentes apostados en las afueras de la sede policial, donde se han agolpado familiares de los detenidos, han asegurado a los periodistas que los agentes fueron golpeados y que uno de los reclusos murió en circunstancias no precisadas, lo que fue desmentido por el aparente líder de los amotinados.
“Nosotros no hemos matado a nadie. Teníamos dos policías secuestrados y ya dimos uno y tenemos uno aquí”, subrayó Torti. EFE