En las elecciones parlamentarias de 2010, el PSUV-Polo Patriótico obtuvo casi las dos terceras partes de los diputados de la Asamblea (66 por ciento), a pesar de que su triunfo sobre la MUD fue sólo por un 1 (uno) por ciento. El Gobierno obtuvo 48 por ciento de los votos y la MUD obtuvo el 47, pero el reparto de los escaños no se efectuó según estos porcentajes sino en la forma no proporcional que la Ley Orgánica de Procesos Electorales estipula de manera absurda e inconstitucional. Esta ausencia de proporcionalidad electoral no es vista o es escondida por algunos analistas, quienes sólo se fijan en algo que también es cierto pero de menor impacto: la manipulación de los circuitos electorales y, en este preciso momento, del índice poblacional de los mismos.
Es cierto lo que Thays Peñalver dice en artículo de El Universal del 20-4-2015: el Gobierno manipula los circuitos electorales en su beneficio, los centros de votación están ubicados para facilitar el voto chaveco, está asignando más diputados a los sitios dominados por el Gobierno, reduce los diputados en las áreas donde la oposición restauradora históricamente ha ganado; también es cierto que se lleva la harina PAN para venderla en los grupos sociales que los apoyan, vende dólares a 200 bolívares para obtener recursos para la campaña electoral y presiona indebidamente a los empleados públicos. Hay muchas cosas más, no mencionadas en el artículo, de las que el Gobierno se vale en su clara aplicación del ventajismo electoral: gigantesca propaganda oficial pagada con el presupuesto público, como lo señaló Giordani; peculado de uso de los bienes del Estado, hostigamiento y prisión para sus adversarios, violación impune de las leyes por los partidarios oficialistas, etc., etc.
Pero lo más importante siempre se les escapa, como es el caso de Thays Peñalver, o curiosamente lo dejan escapar quienes hacen estos análisis, posiblemente por su complicidad en esa materia. Lo que permitió que, con una mínima diferencia a su favor, el Gobierno obtuviera 97 diputados y la MUD sólo 66 fue el carácter no proporcional del sistema electoral venezolano, que sólo da representación a los dos primeros privilegiando al ganador. Eso lo hemos venido denunciando desde 2009, cuando se preparaba la promulgación de la LOPRE. Es más, lo enfrentamos durante la campaña electoral para las parlamentarias de 2010 y dijimos lo que iba a ocurrir en ese proceso, como consecuencia de la ausencia de proporcionalidad.
En cambio, en las elecciones del PARLATINO, el Gobierno obtuvo 6 diputados y la MUD 5, acordes con sus porcentajes de votos, pues ésta sí es una elección de carácter proporcional. Otra cosa que no se dice y que es también aberrante es que el resto de los participantes no obtienen ninguna representación, a pesar de tener una proporción de votos suficiente para ello.
Luis Fuenmayor Toro