La muerte pasó por la carrera 8-B de La Unidad y se llevó consigo a Linasky. Dos tiros; uno en el pecho y otro en uno de sus brazos, la dejó mortalmente herida en la puerta de su casa.Su verdugo; un hombre misterioso que no ha sido identificado, iba de acompañante en un vehículo cuyas características se desconocen.
Le disparó porque “le dio la gana”; es lo que suponen los allegados a la mujer de 23 años. Sin embargo, los detectives del Eje de Investigaciones de Homicidios de la policía científica, se orientan hacia una venganza.Creen que el ataque fue directo contra Linasky, pese a que los testigos del crimen aseguran que “ese vehículo pasó por aquí echando tiros contra las casas”.
La investigación inició desde que la estudiante de enfermería murió en la Clínica Humana, donde trabajó como ayudante los últimos meses.En quirófano; mientras era intervenida, dejó de respirar. Su muerte se confirmó pasadas las 9:00 de la noche del viernes.
Los expertos retiraron el cadáver y se dirigieron al sitio donde ocurrieron los hechos. Colectaron evidencias de interés para la investigación.En la sala de la casa número 12 aún estaba el charco de sangre donde cayó Linasky Nakary Eurea Medina cuando corrió para buscar ayuda.
Su marido, su hija de siete años y demás familiares, lamentaban su fallecimiento. Aseguraban desconocer el motivo que tuvo el criminal para asesinarla.
Vía Primicia