Ya cuando el presidente Nicolás Maduro se disponía a derrotar la guerra económica con sus poderes especiales, el imperio, herido frente a inminente triunfo de la revolución atacó de nuevo. Esta vez con un plan muy bajo y perverso, cuidadosamente ideado para evadir el poderoso trabajo de inteligencia que hacen los cuerpos de seguridad del Estado venezolano en todo el mundo para defender la patria y detectar conspiraciones golpistas. Hablamos de la guerra eléctrica, un plan macabro que busca apagar la luz de la revolución bolivariana que ilumina Venezuela y América Latina.
Los EEUU quieren que el pueblo más feliz del mundo se moleste e inicie protestas contra el gobierno, cosa que están lejos de pasar, porque tal como reflejan las encuestas de Óscar Schemel en Venezuela el pueblo respalda mayoritariamente a Maduro y que aquí reina el optimismo. No podría ser de otra manera, porque más allá de las alarmantes cifras de inseguridad, de la escasez, más allá de tener la inflación más alta del mundo y el sueldo más bajo de Latinoamérica, el pueblo está contento y sabe que en 2019 seremos una potencia ¿Qué sentido tiene desesperarse? A esperar sentados camaradas.
Pero los enemigos de la patria no soportan la paciencia del pueblo, por eso emprenden una nueva guerra contra Venezuela. Menos mal que aquí el gobierno invirtió en nuestra red eléctrica todos estos años y realizó el debido mantenimiento. Estamos blindados, esto no lo apaga nadie. Pero alertas, muy alertas, eso no implica sin embargo que no tengamos que sacrificarnos, porque debemos entender que el sabotaje es muy fuerte, imaginen, estamos hablando del país más poderoso del mundo contra nosotros, todos los días allá en Washington se paran a pensar como nos embroman. Allá no hacen más nada, solo eso. Al menos eso es lo que dice José Vicente Rangel todos los domingos en sus confidenciales y hay que creerle.
¿Por qué el pueblo tiene que sacrificarse? Es sencilla la respuesta, un alto funcionario debido tamaño de sus responsabilidades no puede estar en su casa sin luz o sin aire acondicionado, su investidura no lo permite. Eso nos corresponde a nosotros, el pueblo leal y obediente. Por eso cuando la temperatura suba, usted agarra su periódico revolucionario y se echa aire. Nada de andar abanicándose con El Nacional, eso es de quinta columna.
Sepa que eso de la ola de calor no es fortuito, eso es un plan que la CIA, la NASA y el Departamento de Estado vienen preparando desde hace tiempo. Inocular calor en la población, sobre todo en Maracaibo, donde ellos quieren crear la media luna. Frente a ese bombardeo de sol, usted debe mantenerse firme y no verse tentado a prender el aire. Eso es lo que ellos quieren, para que se produzca un apagón nacional.
Tengan confianza, que nuestro gobierno nacional ya está rezando para que llueva mucho este año y podamos salir victoriosos de esta batalla. Honor a Jesse Chacón, que ha hecho un extraordinario trabajo en el Ministerio de Energía Eléctrica. Un hombre de palabra, que lo que dice lo cumple.
Con estas líneas discursivas me despido hasta la próxima guerra. Que seguramente vendrá pronto, porque aquí frente a cada problema sobran excusas ¡Venceremos!
Brian Fincheltub
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