El hospital José Gregorio Hernández de Los Magallanes de Catia está al borde del cierre. Desde el miércoles se suspendieron las consultas, los ingresos, las hospitalizaciones y las cirugías electivas. Únicamente están atendiendo emergencias.
“Este es un hospital tipo IV que actualmente no tiene ni terapia intensiva de adultos ni terapia pediátrica neonatal y está a punto de cerrar el servicio de gastroenterología”, advirtió ayer en una rueda de prensa Eloy Bustamante, presidente de la Asociación de Médicos Residentes de ese centro de salud.
Tampoco tienen tomógrafo, el servicio de rayos X tiene un cartel en la entrada en el que dice que por falta de película está fuera de servicio, y en los laboratorios no hay reactivos ni máquinas centrífugas.
El servicio de agua tampoco está garantizado. En vez de abrir la llave, los familiares de los enfermos deben subir tobos con agua para asearse, a veces por las escaleras.
“De seis ascensores más uno de carga, solo funciona uno y lo hace de forma intermitente. Transporta pacientes, familiares, fallecidos y comida”, aseveró Bustamante. Una invasión en la parte trasera del hospital e incluso dentro de uno de los tanques de agua hace que el servicio sea aún más irregular, pues las familias han hecho conexiones ilegales a la red de tuberías del hospital.
Los médicos exigen que el ministro de Salud, Henry Ventura, vaya a las instalaciones. Hoy irán ante la Defensoría del Pueblo.
Fuente: El Nacional