Desde este viernes, grupos mixtos de la Policía de Caracas y Policía Nacional Bolivariana, permanecían apostados en los cinco accesos de la Universidad Central de Venezuela, como respuesta a las peticiones que hicieron los estudiantes a raíz del asesinato de Johan Mejías (24) ocurrido en “tierra de nadie” la noche del miércoles.
Los efectivos se encargarán de la custodia externa, pero la vigilancia interna sigue en manos de personal administrativo de la máxima casa de estudios.
Albert España, jefe de seguridad, dijo que tienen carencias de vehículos para hacer recorridos y también hay un déficit de recurso humano.
Para vigilar las puertas disponen de tres empleados por cada acceso, pero necesitan cinco.
Los estudiantes realizaron una protesta el jueves para exigir seguridad, en vista de que Mejías, un joven con problemas de drogas, fue asesinado a tiros dentro del recinto universitario, cuando había un acto de grado en el aula magna, y al escuchar los disparos corrieron aterrorizados los visitantes, así como los que recibían clases a las 7 de la noche.
AA