La Palabra de Dios
Cuando se habla de la ira de Dios, muchas personas alegan que Dios no puede sentir ira porque él es amor.
Y si bien es cierto esto último, también es cierto que el Señor nos pide obediencia y fidelidad para que sus bendiciones lleguen a nuestra vida.
En la Biblia encontramos muchos pasajes que nos hablan de la ira de Dios, tales como:
Números 2:12: “Abandonaron a Jehová, Dios de sus padres que los había sacado de Egipto y siguieron a otros dioses (dioses de los pueblos que los rodeaban) y los adoraron, provocando la ira del Señor”.
Salmo 34: 15-16: “Los ojos de Jehová están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos”.
Cuando leemos estos pasajes, vemos que no se trata de una acción vengativa de Dios contra nosotros, sino de una consecuencia de nuestros pecados.
El Señor utiliza muchas maneras para hacernos llegar su mensaje de amor, de cómo quiere que vivamos y sobre todo, que cumplamos con sus mandamientos y enseñanzas; pero al ver la actitud rebelde y desobediente de ser humano, no le queda otra forma de demostrar su inconformidad y desagrado, que a través de la aplicación de sus leyes.
En el evangelio de Juan, capítulo 3, versículo 36; Juan el Bautista dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.
Revisemos nuestro corazón y nuestra vida, buscando siempre obedecer, servir, adorar y glorificar al único y verdadero Dios.
El cristianismo no es una religión sino un estilo de vida con Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
beaperiodista@hotmail.com
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