Los jardineros venezolanos David Peralta y Ender Inciarte se fajan en el terreno para mantener a flote a los Cascabeles de Arizona
En medio de una temporada para el olvido para los Diamondbacks en el 2014, surgieron dos elementos positivos en el terreno de juego: los venezolanos David Peralta y Ender Inciarte.
Ya con historiales de superación y de mucho luchar y trabajar en liga menor, los dos jardineros llegaron al invierno del 2014-15 decididos a no ser «cosa de un solo año». Y aunque vamos apenas en el segundo mes de la presente temporada, hasta ahora dicha meta parece estarse cumpliendo en ambos casos.
Peralta llegó al lunes con cuatro jonrones, 14 empujadas y un sólido OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .889. Su producción ha motivado al manager Chip Hale a colocarlo como cuarto bate en la mayoría de los partidos iniciados por lanzadores contrarios derechos-con la importantísima responsabilidad de proteger a la superestrella de Arizona, Paul Goldschmidt.
«Para mí fue una gran lucha llegar a Grandes Ligas», dijo Peralta, exprospecto de pitcheo de los Cardenales de San Luis que hace unos años comenzó de nuevo y reinventó su carrera como jugador de posición. «Mi otra meta era mantenerme. Estuve trabajando fuerte desde el final del año pasado. Creo que todo pelotero de Grandes Ligas, sea de mucha experiencia, sea All-Star, quiere mejorar cada día. Pienso que todavía seguimos ese camino».
De su parte, Inciarte ha superado las expectativas hasta el momento. Su destreza con el madero y su velocidad le han ameritado el rol de primer bate principal de los Diamondbacks. El oriundo de Maracaibo llegó al lunes con promedio de .304 y porcentaje de embasarse de .339. Además, el bateador zurdo lleva números impresionantes de .344 y .400, respectivamente, contra lanzadores zurdos.
«Tratando de trabajar lo más consistente que pueda y manteniéndome en una buena rutina», dijo Inciarte al preguntársele sobre su buen inicio en el 2015. «Simplemente traté de hacer lo que estaba haciendo al final de la temporada pasada y he podido ser consistente en eso. Espero poder hacerlo todo el año».
Jugar en invierno
Tanto Peralta como Inciarte jugó buena parte de la temporada invernal de su país, el primero con Bravos de Margarita y el segundo con Águilas del Zulia.
En el caso de Peralta, el valenciano participó en 55 partidos en el 2014-15, bateando .319 con OPS de .809. Inciarte tuvo promedio de.333 y OPS de .819 en 24 encuentros.
Hale, quien incluso jugó en la LVBP en 1994-95 con Tigres de Aragua, valora bastante el trabajo de ambos en Venezuela como preparación para una temporada en los Estados Unidos.
«Algo bueno que tienen los jugadores latinos es que juegan pelota invernal», expresó Hale al ponérsele el tema del progreso de Peralta e Inciarte. «Es algo que los peloteros norteamericanos han dejado de hacer mayormente, porque ya no les hace falta el dinero como antes.
«Entonces, cuando esos muchachos (latinoamericanos) van a jugar pelota invernal, llegan con un paquetón de experiencia. Eso en sí les da una ventaja sobre el resto. Y durante (la pretemporada), no me preocupo tanto por su tiempo de juego, porque sé que ya están preparados llegando a los entrenamientos».
Hale, en su primera campaña como dirigente de Arizona, también ha quedado impresionado con la dedicación de ambos, desde los entrenamientos hasta la campaña regular.
«Trabajan tanto, es casi como que los tienes que aguantar porque trabajan tan duro», manifestó el piloto.
En lo que va del 2015, se ven los resultados. Afirma Hale que en particular, ha sido una grata sorpresa lo hecho por Inciarte, quien le «ha demostrado que es un jugador de todos los días». Y el manager le ha dado el apodo de «bestia» a Peralta por su forma física y el poder con el que ha llegado a conectarle a la bola.
Resto del tiempo
En teoría, los Diamondbacks tienen cuatro jardineros -Peralta, Inciarte, A.J. Pollock y Mark Trumbo- para tres puestos. Y ese grupo ni siquiera incluye al cubano Yasmany Tomás, a quien tampoco se le ha descartado como guardabosque.
Entonces, no solo es un reto para Inciarte y Peralta seguir produciendo a nivel de Grandes Ligas, sino también una necesidad si quieren seguir con tiempo de juego en lo inmediato.
«Todos tienen tantas cosas buenas que hacen, que es difícil sacar a uno», dijo Hale sobre la situación de sus jardineros. «Es lo más difícil que hago cada día, decidir a cuáles tres poner a jugar».
Odor en problemas
Los Rangers se verían obligados a tomar una decisión muy pronto en relación a su segunda base Rougned Odor. El venezolano no estuvo en el lineup por tercer juego consecutivo y en su lugar fue Adam Rosales quien arrancó en la intermedia el domingo ante los Rays.
Las oportunidades de juego para Odor han venido disminuyendo mientras el infielder trata de salir de un bache ofensivo en el que ha estado sumido desde que arrancó la campaña. Previo al juego del domingo, Odor bateaba para .144 en sus primeros 29 encuentros.
Si Odor no va a jugar de manera regular, los Rangers podrían considerar enviarlo a Triple-A Round Rock y subir ya sea a Ed Lucas o Tommy Fields.
«Odor va a ser un jugador ganador para nosotros», dijo el mánager Jeff Banister. «Creo que Odor es un segunda base con capacidad y nos ayudará a ganar en el futuro. Sentimos que es momento de darle tiempo de juego a Rosales, para que entre en ritmo con su bate y aporte a la ofensiva en esa posición. Creo que si Odor ve acción todos los días se convertirá pronto en un jugador ganador».
David Venn
lasmayores.com