“Lo que hace falta para que el mal triunfe es que los hombres buenos no hagan nada”. E. Burke.
Cada conversación entre venezolanos de cualquier clase social, profesión, religión, ubicación política deriva inevitablemente en la consideración de los temas sociales y económicos. Cada cual relata sus sinsabores para comprar y proveer lo necesario para la casa y la familia. Todos admiten su desazón, hastío, fatiga y enfado. La sociedad reconoce el visible fracaso del gobierno y el empobrecimiento paulatino en que se haya sumida la población.
Así pues, unos y otros estamos de acuerdo en que el país vive todos los peligros y además advertimos que lo peor parece estar por venir. No se vislumbra en el gobierno propósito de enmienda y al contrario, las autoridades repiten mentira tras mentiras que todo esta bien, que no hay escasez sino abundancia, hay seguridad, empleo y el salario alcanza para todo lo que hace falta.
Pero sabemos que es mentira y que urge ofrecer una respuesta radical que recupere la soberanía delegada por el inocente e ingenuo pueblo enamorado del discurso del demagogo mayor y asumiendo su destino proceda a rescatar el país del extravío y lo redima del envilecimiento en que lo metió Chávez y su heredero Maduro. Para eso hay que construir.
Construir comienza por las bases que sostengan la estructura toda y en el caso de construir un verdadero cambio se inicia con la elección del próximo domingo 17 de mayo. En efecto, escoger los candidatos a integrar por la oposición la Asamblea Nacional significa ungir de esperanza pero también de responsabilidad a aquellos que postularon su nombre para eso. Implica para la ciudadanía dispuesta a sacudir al gobierno un compromiso y un gesto importante. Supone salir a votar y contribuir de esa manera a acordarle al proceso legitimidad. Inicia como dijimos la construcción de una opción de gobierno distinta, de una visión de alteridad republicana, de una secuencia histórica correctora del rumbo perdido que hoy conoce la nacionalidad.
Esta gesta es de los ciudadanos, Con su voto que castiga y premia, por la libertad de Leopoldo y lo presos políticos, por la recuperación de la producción y la economía, por derrotar al hampa que a diario nos diezma, por el regreso al orden y a la constitucionalidad, por la justicia y el retorno de los capitales evadidos. Venezuela te necesita, no le falles.
Nelson Chitty La Roche
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