En un tratado bilateral que se firmará en los próximos días, el Vaticano fijó el marco de sus relaciones con “el Estado de Palestina”, modificando así un acuerdo similar firmado en año 2000 entre la Santa Sede y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
El acuerdo entre el Vaticano y las autoridades palestinas trata sobre las actividades y las posesiones de la Iglesia Católica en Palestina en un momento en que varios líderes católicos han mostrado su preocupación ante la disminución del número de cristianos en Tierra Santa, especialmente en Belén y la Ribera Occidental.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, negó este miércoles que este reconocimiento fuera algo nuevo y aseguró que data del año 2012, tras la resolución de la Asamblea General de la ONU en la que se admitió a Palestina como estado observador no miembro de este organismo. Desde entonces, por ejemplo durante la visita del papa Francisco a Tierra Santa en 2014, ya se hablaba del Estado de Palestina en los documentos vaticanos.
La Cancillería de Israel se mostró “decepcionada” por lo que ven como un reconocimiento “progresivo” de ese Estado y aseguran que de esta forma los palestinos ven posibles avances en el terreno diplomático internacional sin pasar por la mesa de negociaciones.
Por su parte, Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, dio «la bienvenida al reconocimiento del Estado de Palestina, algo que vemos como una contribución autentica a la paz y a la justicia”.
Según los funcionarios palestinos, en la actualidad 135 países reconocen a Palestina como Estado.
El anuncio del acuerdo se hizo a pocos días de la audiencia que tendrá el sábado el papa Francisco con el presidente del Gobierno Autónomo Palestino, Mahmoud Abbas, que participará este domingo en la canonización en Roma de dos monjas que vivieron en Tierra Santa en el siglo XIX.