La República Bolivariana de Venezuela exhortó este miércoles a los grandes productores y exportadores de armas pequeñas y ligeras del mundo a aprobar una resolución en el seno del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que prohíba de manera clara la venta, suministro, tráfico o transferencia de armas pequeñas y ligeras a los actores no estatales y grupos terroristas.
En ese sentido, la propuesta fue expresada por el embajador del país ante la ONU, Rafael Ramírez, durante el debate abierto en el seno del Consejo de Seguridad de dicha instancia internacional, del cual Venezuela hace parte como miembro no permanente a partir de este año, que se realizó bajo el título «El costo humano de la transferencia ilícita, la acumulación desestabilizadora y el uso indebido de armas pequeñas y armas ligeras», en la cual el diplomático venezolano defendió la importancia del rol de los Estados en el control de armas.
«Sería un aporte extraordinario a la preservación de la paz y la protección de los derechos humanos y la promoción del derecho internacional que este Consejo de Seguridad, en el marco de este debate abierto y vista la situación de tragedia humanitaria, conflictos y guerras que asolan a los países del Norte de África y Medio Oriente, diera un paso decisivo, firme expresión de voluntad política, para aprobar una Resolución que prohíba, de manera clara, la venta, suministro, tráfico o transferencia de armas pequeñas y ligeras siempre y cuando incluya a los actores no estatales y los grupos terroristas. Queremos insistir en el hecho de que incluya en la prohibición a los actores no estatales y grupos terroristas. Este elemento no se puede evadir, utilizando dobles raseros y excusa», manifestó Ramírez.
Se estima que al menos 875 millones de armas pequeñas y ligeras se encuentran disponibles en el mundo, muchas de ellas en manos de individuos y actores no estatales. Estas armas incluyen ametralladoras pesadas, lanza granadas, misiles tierra-aire y sistemas portátiles de defensa antiaérea, lanza cohetes portátiles, rifles y pistolas, y son transferidas todos los años al mercado ilícito y a actores no-estatales, incluyendo a grupos terroristas.
Al respecto, el Embajador venezolano destacó que la proliferación del uso ilegal de las armas pequeñas y ligeras está vinculada a las mafias comercializadoras, así como a los intereses políticos económicos internacionales en contra de algunas naciones, como ha quedado evidenciado en África, Medio Oriente y otras regiones del mundo, señaló este miércoles el embajador.
«El incremento vertiginoso del flujo y tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en el Norte de África y el Medio Oriente, con su terrible carga de violencia, impunidad, crímenes de lesa humanidad y violación masiva de los derechos humanos son una de las terribles consecuencias de la desestabilización política, el intervencionismo y la guerra en Irak, Libia y Siria», resaltó.
Acerca de la vinculación del crimen transnacional organizado y el terrorismo, apuntó que muchos involucrados no estatales en el norte de África y el Medio Oriente reciben armas pequeñas y ligeras de parte de Estados patrocinadores, refiere un boletín de prensa del Cancillería de la República.
«Cada arma que llega a las manos de actores no estatales en países como Irak, Libia y Siria, alimenta la barbarie, la guerra, la crueldad, el sufrimiento y la muerte de personas inocentes. La frontera, la diferencia, entre actores no estatales y grupos terroristas es muy tenue, son grupos armados y extremistas que actúan con absoluto desprecio hacia la vida y los derechos humanos fundamentales, que al ser provistos de todo tipo y cantidad de armas pequeñas y ligeras, adquieren una importante capacidad militar y sobre todo una gran capacidad letal de llevar la muerte a todos los rincones de la región», subrayó el Embajador venezolano.
Igualmente, Ramírez dijo que los Estados están obligados a gestionar y controlar adecuadamente sus arsenales, promover los mecanismos de cooperación regionales y subregionales, marcar las armas de fuego en el momento de la fabricación e importación y prohibir la exportación o traslado de armas pequeñas y ligeras sin marcaje.
Agregó que también es responsabilidad de los Estados penalizar el tráfico ilícito y hacer valer la ley, «por ello, el colapso de los Estados y la desaparición de sus instituciones son un factor decisivo en la agudización de esta problemática en debate».
El debate de este miércoles estuvo conducido por la embajadora de Lituania, Raimonda Murmokaitė, y contó con la presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon; el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Príncipe Zeid Ra´ad Al Hussein, y Karamoko Diakite, presidente de la Red sobre Armas Pequeñas, Capítulo Costa de Marfil.