Ante la acusación presentada por el Ministerio Público, pasaron a juicio seis efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), por presuntamente estar vinculados con las torturas y posterior muerte del alistado del referido componente militar, Diosnny Manuel Guinand (22), ocurrida en el año 2013 en el sector Macarao del municipio Libertador, Distrito Capital.
Los fiscales 39° nacional y 81° del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Juan Barradas y Tony Rodríguez, respectivamente, ratificaron la acusación contra el teniente coronel William José Serrano Fermín y el primer teniente Jaime Jaramillo Nava, por presuntos coautores en los delitos de homicidio calificado perpetrado con alevosía y por motivos fútiles, desaparición forzada de persona, simulación de hecho punible, tortura, y quebrantamiento de pactos y convenios internacionales suscritos por la República.
El Ministerio Público también ratificó la acusación contra los primer teniente Víctor Medina Arvelo y Kenny Joel Hernández; así como el sargento Marín Alvarado, por ser presuntos coautores en el delito de tortura; encubridores en los delitos de homicidio calificado perpetrado con alevosía y motivos fútiles, desaparición forzada de persona y quebrantamiento de pactos y convenios internacionales suscritos por la República.
Por su parte, el sargento primero Gerson Ramírez Estévez fue acusado por ser presunto coautor en los delitos de tortura y desaparición forzada de persona; cómplice no necesario en el delito de homicidio calificado perpetrado con alevosía y motivos fútiles, y quebrantamientos de pactos y convenios internacionales.
La audiencia preliminar se llevó ante el Tribunal 35° de Control de Caracas, instancia que luego de admitir la acusación, ordenó el enjuiciamiento de los seis hombres, quienes se encuentran detenidos en el Centro Nacional de Procesados Militares, en Los Teques, estado Miranda.
De acuerdo con la investigación, se extravió un arma del Comando Nacional Antidrogas de la GNB, cuyos efectivos se encontraban realizando un curso en la sede Grupo de Acciones de Comando del mismo componente militar, en Macarao.
Presuntamente, Serrano, Jaramillo y Estévez sospechaban que Guinand era el responsable de ese hecho, motivo por el que lo trasladaron a un riachuelo, lugar en el que lo habrían torturado durante dos días para que dijera dónde se encontraba el armamento.
Posteriormente, los militares le ocasionaron la muerte al joven y dejaron su cuerpo dentro del riachuelo desde el primero de julio de 2013 hasta el 06 de julio, cuando regresaron al sitio para enterrarlo. Luego, denunciaron que Guinand había desertado.
De inmediato, la jurisdicción militar inició la investigación por deserción, sin embargo, el 23 de julio el personal castrense tuvo conocimiento del lugar donde se hallaba el cadáver, situación que fue notificada al Ministerio Público.
De esta manera, el 24 de julio los fiscales junto a una comisión de expertos adscritos a la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de Derechos Fundamentales se trasladaron al lugar, donde se realizó una excavación y se halló el cadáver de Guinand.
En vista de ello, el Ministerio Público solicitó una orden de aprehensión contra el teniente coronel Serrano, el teniente Jaramillo y el sargento primero Ramírez, la cual fue acordada por el Tribunal 21º de Control del AMC.
La investigación condujo a que se hiciera una solicitud semejante contra los tenientes Medina y Hernández y el sargento Marín.