Tras el hecho, ocurrido la noche del jueves, se presentaron focos de manifestaciones en varias zonas de Caracas y en el interior del país, pidiendo la renuncia del Ministro del Interior, Gustavo González López
Caracas amaneció flanqueada por protestas. En distintos puntos de la ciudad popular se realizaron concentraciones y cierres de vías en señal de repudio por la muerte del dirigente estudiantil Conan Quintana, quien fuera asesinado por varios impactos de bala en un supuesto intento de robo en una unidad de transporte colectivo, ocurrido en La Candelaria, municipio Libertador.
En la Unidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), casa de estudio de Quintana, se paralizaron las actividades y trancaron la Avenida Principal de La Urbina, repudiando el hecho y haciendo un llamado al Gobierno Nacional para reforzar los planes de seguridad.
Por su parte, en el centro, manifestantes se concentraron frente a la sede del Ministerio de Interiores, Justicia y Paz, cerrando la Avenida Urdaneta para exigir la renuncia del ministro Gustavo González López, así como que fuera interpelada su gestión en la Asamblea Nacional.
“Conan fue una víctima más de la inseguridad, del terror del poder del hampa que hay en este país”, dijo Jesús “Chuo” Torrealba, secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), quien criticó el tratamiento de la noticia en los medios de comunicación aseguró. “No estamos hablando ninguna otra cosa que no sea el dolor de un pueblo, nos están asesinando a nuestros hijos, a nuestros nietos. Vivimos en un país gobernado por el hampa, estamos viviendo una tragedia. Nuestros jóvenes se van de Venezuela, en aviones por Maiquetía o en urnas al cementerio”.
Quintana fue un dirigente estudiantil de la Upel y miembro fundador del Frente por la Defensa del Norte de Caracas y la Asamblea de Ciudadanos de Candelaria. Desde el año 2009, realizaba denuncias por la falta de seguridad en su comunidad.
La muerte de otro venezolano
“Una vez más es asesinado un joven venezolano, quien había sido amenazado por grupos irregulares y hasta por funcionarios del Estado, al punto que había tenido que cambiar de residencia por un tiempo, y ahora que vuelve es cuando ocurre este crimen”, aseveró Andrés Trujillo, presidente de la Asociación de Profesores de la Upel. “Como los familiares de las más de 60 mil personas que han muerto en los últimos dos años, exigimos que se esclarezcan los hechos, exigimos es justicia”.
“¿Qué hace falta que ocurra para que el Gobierno reaccione de una vez por todas contra el hampa? Hemos llegado al punto que tememos por nuestra seguridad cuando salimos a trabajar”, dijo Ligia Lara, profesora de la Upel. “Otros países con mucha mayor inseguridad ha salido adelante, ¿por qué en Venezuela no?”
“Estamos más que tristes, molestos, con mucha rabia por no poder hacer nada frente a esta tragedia: mientras nuestra arma es un libro y un cuaderno, el del hampa es una pistola”, dijo Dayerline Blanco, Secretaria General del Centro de Estudiantes de la Upel. “El Gobierno no ha tomado cartas en el asunto, como hemos pedido en cientos de oportunidades, como lo hacía Conan, y ahora no es justo que alguien que defendía tanto el derecho a la vida termina de forma tan trágica”.
Cifra roja
“No saben el dolor que me da que mi hermano se haya convertido en una cifra más de la inseguridad; la última vez que lo vi fue salir de la universidad, era un muchacho trabajador, humilde, estudioso, que no se merecía lo que le pasó”, dijo Khaterine Quintana, hermana morocha de Canon. “Seguiré en pie de lucha por el país, como lo hizo él, para pedir justicia, justicia, justicia. Hoy le tocó a mi hermano, pero mañana puedo ser yo o cualquier otro”.
Rechazo nacional
Desde tempranas horas de la mañana se informó por las redes sociales de focos de protesta en varias entidades del país, especialmente en la Universidad de Los Andes, núcleo Mérida, en repudio a la muerte de Quintana, con cierre de vías y quema de cauchos.
“Exigimos justicia”
Andrés Trujillo: “Como los familiares de las más de 60 mil personas que han muerto en los últimos dos años, exigimos es justicia”.
Ligia Lara: “¿Qué hace falta que ocurra para que el Gobierno reaccione de una vez por todas contra el hampa?”
Dayerline Blanco: “Mientras nuestra arma es un libro y un cuaderno, el del hampa es una pistola”
Khaterine Quintana: “No saben el dolor que me da que mi hermano se haya convertido en una cifra más de la inseguridad”
Luís Guillermo Valera
lvalera@diariolavoz.net
Fotógrafo: Giovanni Martínez