El primer colegio católico importante de Barquisimeto en el siglo XX, fundado en 1904, fue el Inmaculada Concepción, regentado por las Hermanas de San José de Tarbes, de origen francés.
Como antecedente a la educación católica en este colegio es preciso señalar el decreto de Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria del 27 de Junio de 1870 del presidente y caudillo, general Antonio Guzmán Blanco y la posterior creación en 1881 del Ministerio de Instrucción Pública, después Ministerio de Educación.
Aunque no se esperaba esta posición del gobernante por su enfrentamiento con la iglesia católica, esto tuvo su expresión legislativa en el decreto reglamentario del 22 de noviembre de 1894, por el cual se permitía la educación religiosa en las escuelas públicas, según el culto profesado por los alumnos.
Esto fue una victoria importante para la iglesia católica porque era el único culto practicado entonces por los venezolanos por su influencia en la conquista y la colonia.
La educación católica, como la conocemos hoy día, se estructuró a finales del siglo XIX, regentada por congregaciones religiosas específicamente capacitadas que buscó su inserción en la educación venezolana.
En concordancia con el proyecto expresado en la instrucción pastoral de 1904, dos importantes instituciones educativas regentadas por la iglesia católica fueron fundadas en Barquisimeto: El pionero Colegio para Señoritas Inmaculada Concepción de las hermanas de San José de Tarbes, en 1904 y el Instituto para varones La Salle en 1913, bajo la conducción de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
La congregación de religiosas tarbesianas llegó a tierras larenses en 1889 y el colegio de la Inmaculada Concepción comenzó a funcionar frente a la plaza Lara.
La fundación del colegio para señoritas se correspondía con el proyecto de la Iglesia dirigido a educar fundamentalmente a los hijos de las familias de clases pudientes, quienes aspiraban educación de calidad para sus niñas. La institución ha formado a miles de profesionales en el estado Lara y se ha convertido en referencia porque la educación es buena, intensa, completa y sus instalaciones son acordes a las necesidades académicas del estudiantado.
La Salle
Desde la avenida popularmente conocida como La Ribereña, llamada Hermano Nectario María, se divisa la edificación y la capilla del Colegio La Salle, ícono de la ciudad y orgullo de la familia lasallista, hermosa sede proyectada, diseñada y construida por el Hermano Juan, quien era a la vez profesor e ingeniero. Fue él también quien proyectó el primer puente sobre el Rio Turbio en Santa Rosa”.
Gracias al Hermano Nectario María, uno de los fundadores, el colegio La Salle tiene un museo donde las muestras de paleontología, arqueología y las ciencias, conviven en armonía con las más finas piezas funerarias de las primeras culturas existentes en territorio venezolano, junto al megaterio, el perezoso terrestre que habitaba estas tierras desde comienzos del plioceno y se alimentaba de plantas y pequeños mamíferos.
En este singular museo del Colegio La Salle, hay colmillos de mastodonte, muelas de animales antediluvianos, fósiles marinos, variedad de animales disecados, acompañados por un meteorito caído en Duaca, junto a los minerales recogidos por el Hermano Nectario María, parte de su patrimonio. Los educadores de las Escuelas Cristianas conocidos popularmente como los Hermanos de la Salle llegaron hace poco más de cien años a Barquisimeto.
La incipiente educación impartida en la ciudad a principios del siglo XX llevó a miembros de la sociedad larense –preocupados por la formación de sus hijos– a la creación de un colegio de primera enseñanza. Propulsor de esta idea fue, entre otros, el comerciante francés, don Eduardo Lindhemer, quien propuso confiar el nuevo establecimiento a la congregación fundada por Juan Bautista de La Salle.
Después de múltiples tropiezos, el colegio La Salle abrió sus aulas el 16 de febrero de 1913, con un pequeño grupo de religiosos llegados a Barquisimeto a ejercer la docencia y poner en práctica las ideas pedagógicas de su fundador.
Los nuevos educadores introdujeron algunas reformas en la enseñanza tradicional, postulando una formación para la vida, práctica, racional y progresiva, mediante la creación de hábitos intelectuales y morales, complementándola con la educación física y el deporte. Fueron promotores del fútbol y hasta del béisbol, en este colegio al inicio concebido exclusivamente para varones, hoy instituto mixto.
En las aulas del Colegio La Salle se han formado ilustres ciudadanos, profesionales, comerciantes y empresarios quienes han dado al país su labor y su ejemplo. Hace más de medio siglo el Hermano Ginés creó la Fundación La Salle, institución identificada con la investigación y la ciencia, ejemplo de organización y eficiencia.