Apascacio

Apascacio Mata, el policía de la esquina de Sociedad, ejemplo de las virtudes de un policía para todas las personas

Cesáreo José Espinal Vásquez—cjev@cantv.net

En la década del año 60, apareció un policía de punto en su color carbón, con su vestimenta límpida del uniforme metropolitano, sus guantes y correaje blancos impecables, sus botas relucientes y sobre todo, su don de gente y amabilidad para dar ejemplo de respeto y de orden no solo a los peatones sino dirigiendo el tráfico vehicular. Es el policía de dar los buenos días, de tomar por la mano alguna persona y pasarla a la otra acera con un cariño encomiable. Yo lo conocí y lo traté, cuando caminaba hacia mi oficina de bufete, en la esquina de Sociedad, nos veíamos todas las mañanas al transitar por su esquina y con la nobleza que lo caracterizaba y su entereza y disciplina policial, saludaba a todos con afecto fraterno, porque Apascacio, no era solo el policía de punto, sino el amigo, el compañero y el hermano que nos protegía y era querido y respetado por todos los que debíamos pasar día a día por su esquina de Sociedad. En 1987, presenté un anteproyecto a la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), sobre la “Ley Orgánica de Policía”; fue enviado al Congreso Nacional y ahí quedó en cualquier gaveta o en el cesto de basura. Ha transcurrido casi treinta año y aún se sigue hablando del servicio policial, de su reestructuración, de la inseguridad, de los cuadrantes, de las patrullas inteligentes, de policías municipales, estadales y nacionales, de guardia nacional y guardia del pueblo, del servicio de inteligencia, pero el delito anda “con el moño suelto” con atracos, secuestros, tomas de propiedades, arrebatones, invasiones, etc.,etc., y nos preguntamos ¿DÓNDE ESTAMOS?, las morgues carecen de cupos para recibir víctimas de la inseguridad. Cuanta falta hacen Apascacio. Pero, eso no es todo, un palo no hace montaña. En el proyecto de ley que menciono, se le da la dignidad que deben tener los cuerpos policiales, el espíritu de superación, instrucción cívica, viviendas dignas en conjunto residencial, servicio hospitalario especial y una efectiva coordinación no solo para casos escandalosos sino con medidas de protección permanente mediante la creación y funcionamiento del “Consejo Nacional de Policía” y además, con la fundación del Instituto de Previsión y Asistencia Social del Policía. Ser policías, es tener una carrera profesional con orgullo y ser de orgullo de todos los ciudadanos. El ejemplo que se debe tener para siempre, es Apascacio, fallecido recientemente, fue policía amigo, feliz de ser policía, ejemplo de dignidad para todos los cuerpos policiales, a quien siempre debemos recordar. Ejemplo de las virtudes de un policía para todos los ciudadanos, Apascacio.

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