La toma de Ramadi por parte del grupo Estado Islámico muestra que las fuerzas armadas iraquíes no tienen «la voluntad para combatir», dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, la más dura crítica de un integrante del gobierno de Barack Obama tras la caída de la capital provincial.
Las fuerzas iraquíes eran superiores en número a sus oponentes en la capital de la provincia Anbar pero no pudieron contenerlos y se retiraron de esa ciudad del centro de Irak, dijo Carter al programa «State of the Union», de la cadena CNN, que se transmitió el domingo. Los iraquíes abandonaron un importante número de vehículos entregados por Estados Unidos, entre ellos varios tanques.
«Lo que al parecer sucedió es que las fuerzas iraquíes no tuvieron voluntad de combatir. No eran inferiores en número», dijo Carter. «De hecho, superaban por mucho a los oponentes. Para mí, y creo que para la mayoría de nosotros, hay un problema con la voluntad de los iraquíes para enfrentar al EI y defenderse ellos mismos».
La caída de Ramadi el domingo pasado ha generado dudas acerca de la efectividad de la política del gobierno de Obama en Irak, que ha consistido en entrenar y reconstruir al ejército iraquí, alentar la reconciliación del gobierno con los suníes y bombardear objetivos del grupo Estado Islámico sin enviar tropas estadounidenses a combatir en el terreno.
Carter defendió la efectividad de los ataques aéreos de Estados Unidos pero dijo que no remplazan a las fuerzas iraquíes dispuestas a defender a su país.
AP