Enrique Planchart y Nicolás Bianco, autoridades de la Universidad Simón Bolívar y de la Universidad Central de Venezuela, advierten que el control en el otorgamiento de cupos universitarios, sin pruebas de ingreso, podría generar conflictos entre estudiantes de la escolaridad pública y privada.
El rector de la Universidad Simón Bolívar, Enrique Planchart, consideró que el control en la asignación de cupos universitarios, que han denominado “dakazo académico”, es un conflicto innecesario e inconstitucional.
“La ley de universidades establece que la competencia para decidir quiénes y cuantos ingresan a la universidad y corresponde al CNU que puede recomendar mecanismos de ingresos pero no imponerlos”, explicó Planchart.
En entrevista para Unión Radio, Planchart desmintió al ministro Manuel Fernández, quien en diciembre pasado aseguró que las pruebas de admisión habían sido prohibidas. “Las listas de ingreso ya las hicieron públicas y se puede crear un conflicto muy serio entre dos grupos de jóvenes venezolanos y es algo que debemos evitar”.
Planchart detalló que los nuevos criterios que está utilizando la Opsu para otorgar los cupos podrían estar siendo manipulados.
“La nota de bachillerato la redujeron a 50%, la condición socioeconómica 30% del peso, la territorialidad, es decir si el estudiante está cerca de la universidad, a 15% y las actividades sociales 5%. Quitando las notas de bachillerato, todo lo demás es subjetivo”.
Para el vicerrector académico de la Universidad Central de Venezuela, Nicolás Bianco, la decisión de otorgar todos los cupos sin pruebas internas está “masificando fraudulentamente la educación universitaria”.
“El listado desmerita totalmente el record académico del estudiante y además es inauditable. Es un acto ilegal, anticonstitucional y este conflicto debe entenderlo la familia venezolana».
Para concluir, Bianco recordó que este nuevo problema de los cupos se ha sumado a la precariedad presupuestaria que viven las universidades.