Terminante exhibición de los Cavs para ganar el título del Este en la NBA
Si faltan puntos, allí está él con infinidad de recursos. ¿Asistencias? Cada vez mayor claridad y precisión. También hay fuerza y salto para destacar en los rebotes. Si a ello se le agrega una capacidad global para la defensa que incluye marca, cambios, bloqueos y una anticipación como pocos, llegamos a la definición del jugador completo. Que, por si fuera poco, derrocha energía, velocidad y determinación.
Todo eso lo viene mostrando LeBron James desde que en 2003, con 19 años, llegó a la NBA. Pronto se mostró como el mejor de su generación y, siempre insatisfecho, en cada temporada ha mostrado evolución en sus destrezas hasta convertirse en el jugador versátil que puede conducir la ofensiva, fungir de alero y hasta poste, algo en una dimensión no vista desde Magic Johnson.
Cauto, en su regreso a Cleveland pidió “paciencia” para conformar un equipo ganador. Y si en inicios de temporada los Cavaliers tuvieron problemas, fueron reforzando el plantel y cuando se hicieron del ruso Mozgov y de dos “desechos” de los Knicks, Smith y Schumpert, redondearon una nómina que se ha dado el lujo, en postemporada, de no extrañar los rebotes y puntos de Kevin Love, ni sentir la ausencia de Varejao, originalmente su centro titular.
También pesó James en ese trabajo de integración, con piezas que la acompañaron en Miami como Jones y Miller.
Pero donde su figura resultó incomparable fue en la cancha pues ordenó, produjo con eficiencia y espectacularidad, contagiando a un elenco en el cual muchos respondieron a cabalidad. Como Thompson, dueño de los tableros, Dellavedova supliendo a Irving, Smith y Schumpert que fueron decisivos más de una vez.
La barrida a los Hawks, que culminó 118-88 luego de meter el juego en el congelador con el 59-42 de a primera mitad, mostró una maquinaria demoledora, como era necesario para superar la valía de un colectivo que sumó 60 victorias, tuvo una racha de 19 victorias y 12 como visitante. Que tropezó con lesiones, es cierto, pero sobre todo con un conjunto que fue superior como tal, de la mano del mejor jugador de los últimos tiempos, que si no logró triple-doble en cada juego estuvo coqueteando con él. Como el martes, cuando metió 23 puntos, tomó 9 rebotes y dio 7 asistencias en solo 29 minutos.
Haber ganado de manera terminante el título del Este, frente a un rival que le sacó 8 juegos en el calendario regular, representa ya gran logro para un elenco que fue evolucionando y, con un técnico debutante cuestionado cuando las cosas marchaban mal, se apresta a dar el zarpazo final.
Sea Warriors, sea Rockets, los Cavs –como dijo James puesta ya la gorra de campeón- lo tiene todo para ganar. No será fácil –especialmente si, como se espera, pasan los de Golden State-, pero ya en Cleveland pueden vanagloriarse de haber llegado, de una vez, al tope de la NBA, “The Finals”, donde, como dice el lema, “se forjan las leyendas”.
“El Rey” y su corte esperan la oportunidad.
Armando Naranjo
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