José Joharwind Amarista Phojo (18) y Carlos Estiwend Bastos Montiel (18) fueron privados de libertad por su presunta responsabilidad en la muerte del propietario de un restaurante y un plomero, Ramón Celestino Camacho Guerra (50) y Jorge Rafael Páez Téllez (53), respectivamente.
Los cuerpos sin vida de Camacho y Páez fueron hallados el pasado 28 de mayo, en el interior del establecimiento gastronómico ubicado en La Campiña, municipio Libertador del Distrito Capital.
En la audiencia de presentación, las fiscales 124º del AMC y auxiliar de la Sala de Flagrancia del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Adriana Escalante y Nereida Correa, respectivamente, imputaron a Amarista y Bastos la presunta comisión de los delitos de homicidio calificado con alevosía por motivos innobles en perjuicio de Celestino Camacho y Jorge Páez; agavillamiento y tentativa de hurto de vehículo.
Tales delitos están previstos en el Código Penal y la Ley Sobre el Hurto y Robo de Vehículos Automotores.
Ante la solicitud del Ministerio Público, el Tribunal 26º de Control del AMC dictó la medida privativa de libertad contra Amarista Phojo y Bastos Montiel, quienes fueron recluidos en el Internado Judicial Capital Rodeo II, en Guatire, municipio Zamora del estado Miranda.
Según la investigación preliminar, en horas de la tarde del miércoles 27 de mayo, Camacho estaba junto al plomero que iba a reparar una tubería en el establecimiento de su propiedad, ubicado en la calle Las Trinitarias de La Campiña, cuando fueron sorprendidos por tres hombres, quienes los amordazaron e hirieron con armas blancas.
Al día siguiente, los cuerpos sin signos vitales de Camacho y Páez fueron hallados por trabajadores del local.
Tras un conjunto de diligencias y experticias coordinadas por el Ministerio Público, se logró vincular a los hoy privados de libertad con la muerte de ambas personas.
En consecuencia, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas detuvieron a Amarista Phojo el pasado jueves 28 de mayo, mientras al día siguiente hicieron lo propio con Bastos Montiel.