Específicamente en el núcleo de Porlamar, ubicado en el Paseo Guaraguao, 40 niños con necesidades especiales han descubierto su amor por la música, que para ellos representa aprendizaje, desarrollo, concentración, crecimiento, alegría y la facilidad de relacionarse con los ritmos que despiertan nuevas sensaciones.
En conversación con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), Claudia de Campo, especialista de educación infantil en el Núcleo Porlamar y el de La Auyama, explicó que junto a los profesores de música han logrado desarrollar en los niños y jóvenes de ambos núcleos el «mejoramiento de la conducta, seguimiento visual, atención, concentración. Trabajamos en todas las áreas del desarrollo y la música ayuda a darle movilidad a todo el cuerpo. Los niños se emocionan cuando le sale bien una pieza, ya han controlado la frustración».
Durante la muestra musical realizada por los pequeños del programa especial este sábado, brindaron un espectáculo cargado de ritmos tradicionales con las piezas Moliendo Café y Brilla, Brilla Estrellita.
«La orquesta de niños especiales es para ellos una manera de desarrollar su potencial y para los padres es un espacio donde nuestros hijos pueden demostrar lo que hacen, lo que saben y es una gran felicidad», manifestó Mariela Rodríguez, representante de Jesús Alberto Pérez, de 24 años y con un espíritu alegre como cualquier niño.
Explicó que desde hace 10 años, cuando se inició el programa, inscribió a Jesús Alberto y ha continuado asistiendo hasta ahora, avanzando muchísimo. «La orquesta se ha convertido en su universidad, porque tiene un oficio, tiene algo qué hacer, tiene un buen oído musical y los profesores lo han ayudado a salir adelante. Actualmente es invitado a acompañar a la orquesta infantil de la región», dijo.
En el Núcleo de Porlamar también funcionan los programas Orquesta Musical (sección infantil y pre-infantil), programa de flauta dulce, campanas polifónicas, ensamble de violas, orquesta de cámara y ensamble de metales, así como el programa Alma Llanera y Simón Bolívar, con la participación de alumnos de dos escuelas, explicó Gisela Gil, coordinadora del lugar.
La selección polifónica de campanas está integrada por 65 niños, durante la muestra musical en el núcleo, seis de sus más avanzados integrantes interpretaron el Himno de la Alegría, Venezuela y el Alma Llanera.
Stefanie Sandia, instructora de Lenguaje Musical y del Programa del Sistema de Orquestas de Campana, explicó que este último es piloto dentro del Núcleo de Porlamar y está aliado con el Sistema Coral.
«Nosotros somos el primer contacto que tienen los niños con la música y nuestro programa va desde el inicial hasta el avanzado, tenemos niños que entraron sin saber nada de la música y gracias a nuestro programa están avanzando muchísimo», apuntó.
Detalló que en el sistema de campanas polifónicas se imparten clases para las tubulares y las de colores, estas últimas para los niños más pequeños. «Estamos muy comprometidos con los niños que cada vez más integran el núcleo, porque sabemos que es la primera cara que van a ver de la música y el motor que los hará seguir con los demás instrumentos».