El exfuncionario de la FIFA ‘Chuck’ Blazer dijo en un testimonio a una corte de Nueva York que recibió sobornos para adjudicar la sede del Mundial de 1998 en Francia y del 2010 en Sudáfrica.
Blazer era miembro del comité ejecutivo de la FIFA y en algún momento fue el segundo al mando en la Confederación de Asociaciones de Fútbol de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe (Concacaf). Durante años, el dirigente estadounidense vivió en medio de lujos y no pagó impuestos ni presentó sus declaraciones.
«Entre otras cosas, acordé con otras personas alrededor de 1992 aceptar sobornos para la selección de la nación sede del Mundial de 1998», dijo.
«Desde 2004 y hasta 2011, yo y otros miembros del comité ejecutivo de la FIFA aceptamos sobornos para la selección de Sudáfrica como sede del Mundial de 2010», agregó.
Mira aquí la declaración oficial de Blazer ante la corte
Blazer es el personaje clave en un escándalo de corrupción en el órgano mundial del fútbol: grabó en secreto a los ejecutivos mientras hablaban de sobornos y otros negocios turbios.
Se declaró culpable en 2013 de delincuencia organizada, fraude por medios electrónicos, lavado de dinero, evasión fiscal y no reportar sus cuentas de banco en el extranjero, según las autoridades.
Acumuló 11 millones de dólares en ingresos no declarados, dijo Richard Weber, director de la División de Investigaciones Penales del Servicio de Recaudación Interna (IRS) de Estados Unidos.
Por eso se volvió informante del gobierno federal estadounidense y proporcionó documentos y grabaciones de reuniones con colegas de la FIFA a través de un llavero con un micrófono con el que grabó material relativo a las Olimpiadas de Londres 2012.
Según el diario neoyorquino Daily News, dos hombres (uno del FBI y otro del IRS) siguieron a Blazer una noche de noviembre de 2011, mientras viajaba en su motoneta por una banqueta de la Quinta Avenida en Manhattan. Lo alcanzaron y le dijeron cuáles eran sus opciones: ir a prisión por evasión fiscal o ayudarles con su investigación de corrupción en el fútbol.
«Podemos llevárnoslo esposado en este momento… o puede cooperar», le dijeron a Blazer, según el diario.
Años de sospechas
En 2004, Blazer y otros dos conspiradores llegaron a un trato con el gobierno sudafricano y el comité para el Mundial de ese país para obtener 10 millones de dólares a cambio de los votos necesarios para que el Mundial de 2010 se celebrara en Sudáfrica, según el auto de consignación.
La Asociación Sudafricana de Fútbol respondió que las acusaciones eran infundadas y prometió impugnarlas.
En el auto de consignación se señala que al final, el dinero provino de fondos de la FIFA que debieron haberse destinado a Sudáfrica y que Blazer terminó con más de 750.000 dólares, pero no el millón que se le había prometido (el 10%).
Los ingresos de Blazer se dispararon luego del sumamente exitoso Mundial en Estados Unidos, en 1994.
Blazer, quien ahora tiene 70 años, usó sus millones para vivir cómodamente. Incluso rentaba un departamento para sus gatos en la Trump Tower de Nueva York por 6.000 dólares al mes, según reportes del Daily News.
La Concacaf señaló que entre 1996 y 2011, pagaron más de 800.000 dólares en rentas de departamentos «para el uso de Blazer».
La FIFA suspendió a Blazer en mayo de 2013 luego de que un comité de ética concluyera que era probable que hubiera recibido al menos 15 millones de dólares, además de otros recursos que se destinaron a la compra y renta de departamentos de lujo. Dejó su cargo cuando terminó su periodo y la investigación de la FIFA se canceló.
Lo que en ese entonces se ignoraba es que ya lo habían consignado en Estados Unidos por corrupción, junto con otras tres personas.