Warriors y Cavs encaran la final de la NBA. Duelo Curry-LeBron es el atractivo, pero hay mucho más que eso
En cancha Stephen Curry, MVP 2015, y LeBron James, cuatro veces ganador del premio. Inevitable, por la enorme calidad de ambos, que se centre en ellos la atención de los medios y los aficionados. Pero la final de la NBA que arranca hoy en Oakland es mucho más que eso, pues allí privará en definitiva el respaldo que ofrezcan los otros protagonistas, como corresponde a un deporte colectivo.
“Curry es como yo”, dijo en estos días el astro de los Cavs: “no se le puede parar”. Respeto, cortesía, sin falsas modestias, dijo lo que muchos piensan y será el quid del enfrentamiento entre Cleveland y Golden State. Que dependerá en buena parte de lo que se haga para reducir la producción de cada superestrella, y eso tiene que ser, precisamente, sobre la base de los principios del juego de conjunto.
La poco común temporada de los Warriors les asigna para unos el favoritismo. Otros acuden a la experiencia de James en sus cinco finales y a su virtud de levantar el rendimiento de sus compañeros, para afirmar que los anillos irán para Cleveland, en ambos casos apuntando largo, a una serie de 6 o 7 juegos.
Golden State recibió la buena nueva del alta médica para Klay Thompson, su segundo artillero. Y también que Marresse Speights está recuperado (se perdió 3 juegos con Memphis y la serie ante Rockets), es decir que el grueso del conjunto está listo.
Siempre girando alrededor de Curry, con sus características de coordinación defensiva para cambios, relevos y demás ajustes sobre la marcha, rápidas transiciones y variantes ofensivas con la permanente amenaza perimetral, todo ello reflejado –por ejemplo- en permitir la menor cantidad de puntos y sumar la mayor de asistencias. Dyamond Green, Harrison Barnes y Andre Bogut integran, con los “splash brothers”, el cuadro de inicio, respaldado por una reserva que incluye a Shawn Livingston, Andre Iguodola, Speights, el brasileño Leandro Barbosa, David Lee y Festus Ezelis, una rotación amplia que permite afrontar la carga de faltas y la necesidad de mantener su impresionante ritmo en defensa y ataque.
Cleveland, asimismo, podrá contar con Kyrie Irving para poner su eficiente quinteto abridor con James, Mozgov, Thompson y J. R. Smith, con Ian Schumpert, Mathew Dellavedova, James Jones, Shawn Marion y Joe Harris de respaldo, a lo cual podría agregar a Mike Miller y Kendrick Perkins, jugadores con experiencia en este tipo de series.
Un plantel que tiene sus desempeños individuales más incisivos en la habilidad de Irving –disparo, penetraciones- y los tiros a distancia de Smith, pero que se mueve buena parte del tiempo bajo la conducción de LeBron y su juego inteligente partiendo de su proyección ofensiva e inteligencia y para poner muchas decisiones en manos de sus compañeros. A la fuerza rebotera que controla el tablero defensivo se agrega la eficiencia de Thompson bajo el aro contrario, así como las contras, que también comienzan con “El Rey”. Su defensa es solvente, cubriendo líneas de pase y anticipando, puesto todo en el mejor momento del colectivo.
A un lado, los técnicos debutantes Steve Kerr y David Platt, el primero con la experiencia de los anillos ganados con Spurs y Bulls, junto a la evolución que ha impulsado en el equipo construido inicialmente cpor Mark Jackson, el segundo pasando por encima de todos los comentarios negativos que acogieron su llegada (falta de experiencia en la liga) y una supuesta influencia de James más allá de lo corriente.
Y el tope LeBron-Curry, por supuesto, en el centro del espectáculo. Ambos tienen el aval de la superación de sus números en la postemporada, pero seguramente –sin que dejen de brillar – lo decisivo es lo que sean capaces de hacer, ante la presión que habrá sobre ellos, los “actores secundarios”.
Curry se roba protagonismo
El base Stephen Curry como figura y líder de los Warriors de Golden State disputará por primera vez las Finales de la NBA en busca del título de campeones, que su equipo no consigue desde 1975, y lo hará frente a los Cavaliers de Cleveland con la gran estrella de LeBron James.
Curry nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada y los Warriors, equipo con la mejor marca de la liga, parten como favoritos en el mundo de las apuestas de Las Vegas y también entre los especialistas que consideran que su baloncesto de equipo es superior al del rival.
LeBron James, también ganador de cuatro premios MVP, que hace historia al disputar las quintas Finales consecutivas con equipos diferentes -tras haber jugado cuatro con Miami-, quiere tirar por tierra los pronósticos y conseguir el que sería su tercer título de campeón, el primero con los Cavaliers, que lo perdieron en el 2007 ante los Spurs de San Antonio (0-4).
Armando Naranjo
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