El exfuncionario senior de la FIFA, Jack Warner, acusado en un escándalo de soborno de gran alcance, ha prometido dar rienda suelta a una marea de pruebas en relación a las transacciones del organismo rector mundial del fútbol.
Warner dijo que teme por su vida, pero que es el momento de dejar de guardar los secretos de otros.
Las revelaciones se hicieron inicialmente en un anuncio político pagado, con el título «Jack Warner: The gloves are off» (Jack Warner: habrá una disputa seria), en el que dice que ha preparado una exhaustiva lista de documentos de las transacciones de la FIFA, incluyendo cheques y estados de cuenta comprobados.
Ya han sido colocados en «manos diferentes y respetadas», dijo. «No hay marcha atrás».
En el anuncio, transmitido por televisión en su natal Trinidad y Tobago, Warner dijo que él «no seguiría manteniendo los secretos de aquellas personas que ahora buscan destruir activamente la imagen internacional que ese país ganó con dificultad».
También dijo: «Razonablemente y sin duda temo por mi vida».
Un poco después, apareció en una concentración en Marabella, al sur de Trinidad, por su Partido Liberal Independiente.
En la misma, nuevamente prometió dar a conocer información que podría ayudar a aclarar las operaciones de la FIFA para aquellos que investigan la presunta corrupción.
«También les haré saber lo que sé de las transacciones financieras de la FIFA, incluyendo, pero no limitado, al suizo Sepp Blatter. He estado allí durante 30 años consecutivos. Estaba a un paso de Blatter. Le dije en el 2011, a la edad de 75 años, que era momento de renunciar», dijo.
Las afirmaciones de Warner surgieron poco después de que la corte revelara que Chuck Blazer, un antiguo miembro ejecutivo de la FIFA y actor clave en la investigación en curso sobre la corrupción del ente rector del fútbol internacional, había admitido que él y otros oficiales aceptaron sobornos antes de las copas del mundo de 1998 y 2010.
En un documento de 40 páginas que los fiscales federales publicaron el miércoles, Blazer le dice a la corte que él y otros miembros del comité ejecutivo de la FIFA aceptaron sobornos entre 2004 y 2011, y que también ayudaron a Sudáfrica para que fuera la sede de la Copa del Mundo del 2010.
Warner: ‘Blatter sabe por qué cayó’
Al hablar en la concentración, Warner dijo que Blatter se había puesto en su contra en el 2011 cuando él le recomendó al sueco que renunciara, diciendo que debería ser «mañana, no el siguiente día» o si no se convertiría en un presidente incompetente de la FIFA y la gente se empezaría a preguntar si él estaba falsificando las cuentas.
«Le dije que renunciara. Le dije: Sr. Blatter, siento empatía con usted pues en el 2011 estuve en la posición en la que usted se encuentra hoy. La única diferencia es que usted motivó mi renuncia, yo no motivé la suya».
Aunque prometió sacar los trapos sucios de otros dentro de la FIFA, Warner negó estar involucrado en las irregularidades.
«Yo no recibí un soborno de 10 millones de dólares de Sudáfrica». «Blatter no me dio ningún tipo de soborno».
Él agregó: «Blatter sabe por qué cayó. Y si alguien más lo sabe, ese soy yo».
El martes, Blatter sorprendió al mundo del fútbol al anunciar su intención de renunciar, tan solo cuatro días después de que los delegados del Congreso Mundial anual de la FIFA lo eligieran presidente para un quinto periodo. De acuerdo con las normas de la FIFA, lo más rápido que un nuevo líder podría ser elegido sería en cuatro meses.
Hasta ahora, Warner no ha presentado ninguna evidencia física o documentos que respalden sus afirmaciones. Se disculpó con su país por no haber hecho antes las acusaciones públicas.
De acuerdo con la extensa acusación que el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el mes pasado, Warner —quien anteriormente fue vicepresidente de la FIFA y uno de los nueve funcionarios de la FIFA acusado la semana pasada— es acusado de aceptar un soborno 10 millones de dólares para que votara a favor de adjudicar la Copa del Mundo 2010 a Sudáfrica.
El gobierno de Sudáfrica niega haber pagado un soborno para asegurar el derecho de ser el anfitrión.
La FIFA está sumida en dos investigaciones en este momento.
La primera: una investigación penal que Suiza está llevando a cabo en relación a las muy controvertidas adjudicaciones de la Copa del Mundo 2018 y 2022, las cuales fueron asignadas a Rusia y Qatar, respectivamente. Las autoridades han interrogado a algunas personas, pero nadie ha sido arrestado. Blatter no está siendo interrogado como parte de la investigación, según informó la semana pasada la fiscalía general de Suiza.
El jueves, el Secretario de Cultura del Reino Unido le dijo a la Cámara de los Comunes que Inglaterra está dispuesto a ser la sede de la Copa del Mundo 2022, en caso que le sea retirada a Qatar.
«Obviamente, si la FIFA se nos acercara y nos pidiera que consideráramos ser el país anfitrión, contamos con las instalaciones en este país y de hecho montamos una oferta muy impresionante, aunque infructuosa, para ser los anfitriones de la Copa del Mundo 2018», dijo.
La segunda: la investigación realizada por Estados Unidos que está enfocada en las irregularidades que tuvieron lugar durante 24 años. Los fiscales estadounidenses emitieron órdenes de arresto contra 14 personas, por cargos que van desde el lavado de dinero hasta fraude y crimen organizado.
Estas incluyen a funcionarios de la FIFA que recibieron sobornos por un total de más de 150 millones dólares y a cambio otorgaron «derechos lucrativos de medios de comuni