Tras la realización de una Hora O en días recientes, los conductores que hacen vida en el municipio Sucre recibieron el compromiso de las autoridades de reforzar medidas de seguridad en sus rutas
“Tras realizar nuestra Hora Cero hemos podido tener contacto con las autoridades del Ministerio de Interior y Justicia y con el de Transporte, para crear mesas de trabajo y por empezar a trabajar de forma conjunta las problemáticas que afectan al sector en el municipio Sucre”, explicó Alexis Noda, presidente de la Asociación Cooperativa Mixta Conductores Unidos Caracas-Guarenas-Guatire. “Se han comprometido a colocar puntos de control en las zonas con mayor tránsito de unidades de transporte público, como a colocar alcabalas y mantener vigilancia en los terminales, como el de Petare y La California”.
El día de ayer arrancó un punto de control en la Autopista Gran Mariscal de Ayacucho, en Izcaragua.
Asimismo, Noda declaró que están en conversaciones con el Ministerio de Transporte para incorporar a la flota que opera en el municipio Sucre a la Misión Transporte.
“De momento hemos solicitado que abran una Proveeduría de Repuestos en el municipio, ya que estamos colapsados por falta de piezas y repuestos, además de que, con el paso del tiempo, podamos reemplazar las unidades obsoletas con las nuevas Yutong que están trayendo de China”, explicó.
Por su parte, los transportistas esperan que estas medidas se vayan manteniendo en el tiempo, pues denuncian a la inseguridad como el principal flagelo contra el que deben combatir.
Inseguridad
“Nuestro con la inseguridad se enfoca más que nada en los terminales, donde cargamos a los pasajeros, que es donde se montan los malandros y nos asaltan cuando subimos a la autopista”, explicó Juan García, fiscal de Conductores Unidos. “Hemos tenido que contratar un servicio de vigilancia privada para que los detecten, ha bajado un poco los robos, pero algunos se escabullen. Necesitamos es que los cuerpos de seguridad se mantengan en los terminales patrullando”.
Según cuentan los conductores, el día de ayer efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) estuvieron resguardando el Terminal de pasajeros de Petare, no obstante, se retiraron de sus labores cerca de mediodía.
“Por fortuna, en nuestras rutas la situación es calmada, el problema que tenemos es el de secuestro de unidades, solo el mes pasado se llevaron cuatro de los vehículos de nuestros asociados”, denunció Nilsón Perdomo, miembro de la Asociación de Conductores 5 de Julio, que utilizan camionetas todo terreno para trasladar a sus pasajeros. “Hemos podido recobrar dos, pagando rescate. Se montan como si fueran u pasajero y cuando llegamos a la entrada del barrio apuntan el chofer, bajan a la gente y escapan por la Francisco Fajardo”.
Por una camioneta como las que emplean los transportistas del 5 de Julio los antisociales llegan a cobrar 150 mil bolívares de rescate.
Transporte a media máquina
“Es un problema poder conseguir repuestos, no solo está el problema que no hay, sino que quien lo tiene te lo quiere vender altísimo”, explicó Perdomo, quien estuvo varios meses con su unidad parada por falta de un repuesto. “Por cualquier pieza que se te dañe puedes quedar parado hasta que consigas la plata para pagarla. Un solo caucho ya está alcanzando los 26 mil bolívares”.
Debido a la inflación de los últimos años, el coste de la reparación del motor de un autobús de 30 puesto oscila de 700 mil bolívares.
Según reportó Noda, el 40% de las unidades de transporte público que hacen vida en Sucre están paradas por falta de alguno repuesto: “lo que ha provocado que en las horas pico se puedan ver mayores colas de gente esperando ir a sus hogares”, sentenció.
Buena fe
“Hemos tenido una buena recepción por parte de las autoridades, tanto del Ministerio de Interior, como del de Transporte, nos hemos sentado en la mesas de trabajo y esperamos que empiecen a dar frutos pronto”, dijo Noda. “Esperamos y tenemos buena fe que estas medidas y las que puedan venir no sean solo pañitos de agua tibia”.
Luís Guillermo Valera
lvalera@gmial.com
Fotógrafo: Giovanni Martínez