Para eliminar de raíz la inflación es necesario revertir estos números catastróficos, atendiendo como política de Estado a todos los sectores económicos, lo que permitiría ahorrar divisas para compensar la caída de los precios petroleros
Abstracción hecha del tema monetario, uno de los objetivos focales para derrotar la inflación es incrementar la producción nacional. Examinemos lo que ha venido sucediendo en algunos sectores productivos venezolanos: en 1998 el parque industrial alcanzaba un total de 13 mil industrias que suplían con su producción a una población de 23 millones de habitantes. Actualmente solo hay 7 mil industrias para abastecer a 30 millones de personas. Es decir, contamos con 6 mil industrias menos (46%) para aprovisionar a los 23 millones de antes, más 7 millones (30%) de personas que se han sumado al número anterior. Para complicar aún más el panorama, el sector industrial reporta que la mayoría de las industrias están operando solo al 30 % de su capacidad instalada, debido a la falta de materia prima y a otras trabas burocráticas.
El sector primario no se queda al margen. En 1998, en el subsector pecuario, el rebaño de ganado alcanzaba un total de 10 millones de cabezas para abastecer de carne, leche y sus derivados a la población. Hoy, el rebaño llega a duras penas a 12 millones de reses para suplir a la población actual de 30 millones de personas. Los estándares internacionales estiman que una relación uno a uno entre personas y cabezas de ganado es el óptimo para una sana economía. De acuerdo a este índice, tenemos un déficit de 18 millones de reses.
En el subsector agrícola, 16 años atrás, nos autoabastecíamos y exportábamos diversos rubros, tales como: maíz blanco, café, arroz, entre otros. En 1998 exportamos 180 millones de dólares e importamos 1.800 en productos agrícolas. Al cierre de 2014, exportamos 20 e importamos 8 mil millones de dólares en productos agrícolas.
El deficitario desempeño del sector primario tiene su justificación en la política de confiscaciones del gobierno que ha traído como resultado la confiscación de 7 millones de hectáreas de tierra, que actualmente se encuentran estériles. Todo esto agravado con el hecho de que los propietarios de fincas y haciendas no pueden atender sus propiedades por las amenazas de extorsión, secuestros y asesinatos a que están sometidos, consuetudinariamente, por el hampa desbordada.
Para eliminar de raíz la inflación es necesario revertir estos números catastróficos, atendiendo como política de Estado a todos los sectores económicos, lo que permitiría ahorrar divisas para compensar la caída de los precios petroleros. El gobierno, como administrador del Estado, debería cesar en su empeño de aplicar la ideología a todo y concentrarse en resolver los problemas más sensibles de la gente.
Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
Noel Álvarez
Twitter: @alvareznv