La Corte sentenció a Zhou a toda una vida en prisión por aceptar sobornos, siete años por abuso de poder, y cuatro años por revelar deliberadamente secretos de Estado.

Todos los bienes de Zhou serán tomados por las autoridades estatales.

El exfuncionario chino de 72 años — que fue soldado durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1946 — se declaró culpable en la corte y dijo que no apelará, según un comunicado. También reconoció el impacto de sus delitos en la sociedad.

Como miembro del Comité permanente del gobernante partido Comunista — máximo órgano de decisión en ese país — Zhou fue uno de los nueve hombres que gobernó el país de más de 1.3 millones de personas. Se retiró en 2012.

Durante su mandato, Zhou controló las fuerzas policiales, agencias de espionaje, sistemas judiciales, así como fiscalías en todo China — y no era tímido en el despliegue de sus grandes activos para aplastar la disidencia y los disturbios en el nombre de «preservar la estabilidad social».

Pero los fiscales dijeron que el exmilitar tomó ventaja de sus puestos para obtener beneficios para otros e ilegalmente aceptó grandes montos de dinero durante su larga carrera política.CNN