La solución a la crisis política y económica que atraviesa Venezuela pasa por tender puentes entre el Gobierno de Nicolás Maduro y sus adversarios políticos, dijo Henri Falcón, en una entrevista a Reuters.
Cuando en el 2010 Falcón desertó del oficialismo fue tildado de “traidor” por el entonces presidente Hugo Chávez. Hoy, desde la otra orilla, también recibe insultos de los opositores más radicales por promover el diálogo con Maduro para que el país deje atrás los odios políticos y supere la crisis económica.
“Yo apuesto a la gobernabilidad, no me amarro a radicalismos ni extremismos”.
Sus puntos de vista moderados han encontrado una buena recepción en parte de la población del polarizado país que está cansada de insultos y de la violencia que, sólo a principios del año pasado, dejó 43 fallecidos en protestas.
“En peores situaciones (que la de Venezuela) ha operado con éxito la concertación”, dijo, poniendo de ejemplo el Chile tras la dictadura de Augusto Pinochet, el proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc, o el acercamiento para muchos improbable entre Cuba y Estados Unidos.
De hecho, a mediados de marzo, el gobernador se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano y lo invitó a Venezuela para que abogue por la paz entre ambos bandos políticos.
Maduro hace unos meses consideró a Falcón “una voz sensata” en la oposición, pero ha tildado a casi todos los otros líderes de golpistas despreciables.
Como prueba de que el Gobierno y la oposición pueden trabajar codo a codo, Falcón apuntó desde su despacho al enorme monumento que se construye a la virgen patrona de Barquisimeto, con el aporte de la gobernación y del gobierno nacional.
“En política no hay muertos”
Pero Falcón, quien competirá el próximo año para un tercer período consecutivo en la gobernación de Lara, no sólo se refiere a propuestas políticas.
“No hablamos solo de la concertación política. Creemos en la concertación económica, donde el Gobierno, lejos de fustigar a la empresa privada, debiera convocarlas (…) La única forma de derrotar la escasez, la especulación y la inflación, es produciendo”.
El político de centro izquierda, padre de cuatro hijos, aboga –como muchos analistas– por la unificación de los tres tipos de cambio oficiales y un diálogo sincero entre el Gobierno y los empresarios que, el año pasado, no llegó a buen puerto.
Autodefinido como un progresista, Falcón cree que Maduro ha mostrado interés en la concertación, pero ha retrocedido porque “es un preso de los radicales”.
Falcón, que tiene un pasado chavista pero luego fue jefe de campaña del candidato presidencial opositor Henrique Capriles en el 2013, no quiere que lo consideren “presidenciable”. Prefiere hablar con mesura de las parlamentarias de fin de año, aún cuando la mayoría de encuestas le dan ventaja a la oposición.
“No subestimemos nunca al adversario: en política no hay muertos”, concluyó. Reuters