El fiscal que investiga el siniestro del vuelo de Germanwings reveló este jueves que Andreas Lubitz, el copiloto del vuelo que se estrelló en los Alpes franceses el 24 de marzo, tenía problemas de visión.
Antes de estrellara deliberadamente el avión en los Alpes franceses, Lubitz temía que iba a quedarse ciego y fue a ver a decenas de médicos, afirmó un fiscal francés este jueves.
En el mes previo al accidente, Lubitz consultó a los médicos siete veces, incluyendo una visita a un generalista, tres visitas a un psiquiatra y tres visitas a un especialista en nariz, oído y garganta, le dijo a los medios Brice Robin, fiscal de Marsella.
Las declaraciones del fiscal proporcionan nuevos detalles sobre los problemas médicos y psicológicos que los investigadores ya habían dicho que el eran motivo probable por el que Lubitz estrelló el avión comercial.
Lubitz, de 27 años, le dijo a uno de sus médicos que había consultado numerosos oftalmólogos y neurólogos, dijo Robin. Y durante los cinco años previos a la crisis, consultó a un total de 41 médicos, añadió el fiscal.
Lubitz, según el fiscal, temía que estaba perdiendo la vista y sufría de depresión severa que implica «la psicosis acompañada de problemas de la visión», según BFMTV, afiliada de CNN.
El copiloto le dijo a personas cercanas a él «la vida ya no tenía sentido si perdía su visión», dijo Robin.