El delincuente portaba una escopeta, la cual lograron quitarle y con la misma lo golpearon hasta dejarlo sin vida en Ocumare
Tomando la justica por sus propias manos, los miembros de una familia, cansados de los desmanes del hampa, le dieron muerte a un delincuente que se metió en su casa a robar.
El hecho ocurrió en el interior de una parcela del callejón Los Cocos de Rangel en Ocumare, hasta donde acudió una comisión del Cicpc que practicó el levantamiento del cadáver de Ángelo Wilfredo González Pimentel de 20 años de edad, quien residía adyacente a la plaza de esta misma comunidad.
La versión de los hechos indica que en horas de la mañana de ayer, González, armado con una escopeta, se introdujo en una vivienda y tras someter, amordazar y amenazar de muerte a las personas que allí se encontraban, comenzó a apoderarse de todos los objetos de valor, incluyendo prendas, efectivo y artefactos electrodomésticos. En un descuido, las víctimas lograron desarmar al forajido y con la misma escopeta que las mantenía dominadas, comenzaron a golpearlo hasta causarle la muerte. Presentó politraumatismo y un surco en el cuello, producido con un mecate.
En el incidente, varios integrantes de la familia afectada resultaron heridos, entre ellos un anciano de 69 años y una mujer de 42. Sufrieron contusiones en las manos, cabeza y frente, ya que el antisocial intentó defenderse. Los mismos recibieron las atenciones respectivas y se encuentran en buen estado de salud. Al parecer, el ahora occiso andaba con otros pillos, quienes huyeron en medio de la golpiza.
Las personas que lincharon a González se encuentran retenidas. En la tarde de ayer rendían declaraciones en el Cicpc. Trascendió que en varias ocasiones habían sido víctimas de delincuentes.
MIP-TUY