La FDA dictaminó este martes que los ácidos grasos trans “generalmente no están reconocidos como seguros” para ser utilizados en comida para humanos.
El departamento le dio a los fabricantes de comida tres años para remover los aceites parcialmente hidrogenados o PHOs, de sus productos. Las compañías pueden solicitar a la FDA un permiso especial para usarlo, pero no se pueden utilizar los PHOs en comida para humanos, a menos que sea aprobado por la FDA.
Comer una dieta rica en ácidos grasos trans está vinculada con subida de peso, enfermedades del corazón y pérdida de memoria. Se ha demostrado que estos aceites elevan el colesterol malo o LDL, colesterol en la sangre, que pueden provocar las enfermedades cardiovasculares, la causa principal de muerte en Estados Unidos.
“Las acciones de la FDA en esta fuente mayor de ácidos grasos trans demuestra el compromiso de la agencia en ayudar a mejorar la salud del corazón de los estadounidenses”, informó Stephen Ostroff, el comisionado de la administración, en un comunicado de prensa.
“Esperamos que esta acción reduzca las enfermedades coronarias del corazón, así como prevenga miles de ataques fatales al corazón cada año”.
En 2013, la FDA realizó una determinación tentativa que indicaba que los ácidos grasos trans ya no eran seguros. Tras años de comentarios públicos e investigaciones científicas, este es el paso final del proceso.
Los fabricantes tendrán que hacer una lista de los ácidos grasos trans en sus etiquetas desde 2006, y desde entonces se ha notado un decremento en la cantidad de este tipo de ácidos en las comidas estadounidenses.
La FDA estima que el consumo de ácidos grasos trans declinó un 78% entre 2003 y 2012 luego de que entrara en efecto el etiquetado de estos ingredientes.
En 2007, la ciudad de Nueva York adoptó la regulación para prohibir los ácidos grasos de los restaurantes, pero algunos se adelantaron a los cambios legales.
Las compañías como McDonald’s han dejado de cocinar sus papas fritas con este tipo de ácidos hace más de una década. Sus menús en línea indican que la comida frita que ofrecen está libre de estos grasos trans. La cadena de restaurantes Chick-fil-A removió todos los ácidos grasos trans de su menú en 2008.
Antes de que se convirtiera en un ingrediente popular en la comida procesada y de servicio rápido, los ácidos grasos trans fueron introducidos en la dieta estadounidense desde 1911, usándolos para cocinar y para hacer pays.
El aceite parcialmente hidrogenado se forma cuando el hidrógeno es agregado a los aceites líquidos para hacer grasas sólidas, como la margarina. También incrementa la caducidad de los alimentos y guarda los sabores de los ingredientes.
Las líneas de dieta estadounidense recomiendan que los estadounidenses mantengan su consumo de ácidos grasos trans “tan bajo como sea posible”.
Steven Nissen, el jefe de medicina cardiovascular en la Clínica Cleveland, alabó la decisión de la FDA por su “valor” y dijo que “merece mucho crédito por tomar este enorme movimiento”.
“En muchas maneras, los ácidos grasos trans son una historia real trágica para los estadounidenses y sus dietas”, agregó Nissen.
“En los 50 y 60, le dijimos erróneamente a los estadounidenses que la mantequilla y los huevos eran malos para ellos y les pedimos que comieran margarina, que es básicamente ácidos grasos. Lo que hemos aprendido ahora es que la grasa saturada es relativamente neutral, pero los ácidos grasos son dañinos y que hicimos que se empeoraran las condiciones de salud de los ciudadanos”.