Además de los dos muertos se registraron siete funcionarios heridos, por el estallido de una granada en el comando de la Policía Municipal de Paz Castillo, ubicado en la calle La Línea, paralela a La Variante, en Santa Lucía del estado Miranda
Un policía y un reo muerto, así como siete funcionarios heridos, fue el saldo del estallido de una granada en el comando de la Policía Municipal de Paz Castillo, ubicado en la calle La Línea, paralela a La Variante, en Santa Lucía.
El incidente ocurrió a eso de las 8 de la noche del pasado martes, cuando el preso hoy fallecido, de nombre Yorman Daniel Flores Maldonado (25), intentó evadirse y amenazó a los uniformados con activar el artefacto que llevaba en su mano, si no lo dejaban huir.
El supervisor agregado, Isael Ruiz, director de la Policía Municipal de Paz Castillo, informó a este medio que una comisión de efectivos regresaba de una audiencia celebrada en Caracas, con dos arrestados, y al momento que uno de los funcionarios abría la celda para que el par de reos entrara, un detenido que se encontraba en el interior del calabozo esgrimió una granada y se le abalanzó.
“Aquí nos morimos todos, si no me dejan salir”, fueron las palabras pronunciadas por el presidiario, quien acto seguido, salió del calabozo, junto a otros 7 procesados alzados.
Ruiz refirió que por varios minutos los policías municipales intentaron mediar con el recluso para que depusiera su actitud agresiva y les entregara la granada, sin embargo nunca aceptó ningún tipo de negociación.
“De inmediato, pedimos refuerzos a otros cuerpos de seguridad para tratar de controlar esta irregular situación, que pasó a mayores cuando el interno y su grupo llegaron a la puerta del comando para escaparse y el primero fue tiroteado por los uniformados para evitar que cumpliera su cometido”, señaló Ruiz.
Durante esta acción, cayó muerto Flores Maldonado, mientras que la granada, que aún llevaba en la mano y cuyo seguro le había quitado, hizo contacto con el pavimento y se activó, alcanzando las esquirlas al funcionario Franklin de Jesús Pérez Quintero (31), quien murió en la clínica Paso Real.
Los fragmentos del explosivo también lesionaron a los funcionarios Douglas José Matos Ramírez (25); Mario José Cisneros Gómez (31); Luis Amado Serrano Abreu (48); Ángel Soto Aranguren (23); José Rodríguez Villa (35); José Gonzalo Pulido Pulido (42) e Irwing Gerbirson Álvarez Mata (26), quienes fueron atendidos en el hospital Luis Razetti de Santa Lucía, donde además les diagnosticaron aturdimiento por la onda expansiva, producto de la explosión. Luego, fueron llevados a una clínica.
El director de la Municipal de Paz Castillo informó que tras el incidente procedieron a limpiar los calabozos, retornando la calma al lugar. Una comisión del Cicpc acudió al sitio y entre otras evidencias de interés criminalísticos, se llevó los videos grabados por las cámaras de seguridad del comando. Actualmente, los sabuesos interrogan a los gendarmes presentes en el incidente, entre ellos, a los 8 que estaban de guardia en la coordinación policial para el momento del alzamiento.
Acusado por homicidio intencional con alevosía
Yorman Daniel Flores Maldonado estaba preso por el delito de resistencia a la autoridad, porte ilícito de arma de fuego y homicidio calificado con alevosía, a la orden del Tribunal Segundo Penal de los Valles del Tuy. Antes de estar cautivo, vivía en el sector Macuto. Era conocido con el apelativo de “La muerte”. Tenía nueve meses preso en el comando de Paz Castillo.
De manera extraoficial, se supo que obtuvo la granada fragmentaria, a través de un policía de la misma Coordinación Policial de Paz Castillo, quien ya fue detenido por el Cicpc. Flores Maldonado habría pagado Bs. 5 mil por el explosivo, que fue ingresado a la sede, el pasado domingo, en horas del mediodía. El funcionario arrestado era quien estaba de guardia. Fue identificado como Jefri Pinzón. Serán las autoridades quienes determinen su participación o no en el hecho.
A un mes del ascenso
Como un policía disciplinado y responsable, calificó el director de la Policía Municipal de Paz Castillo, a Franklin de Jesús Pérez Quintero. El uniformado tenía 5 años de servicio. Actualmente, estaba adscrito a la Brigada Motorizada, y en julio, sería ascendido a Oficial Agregado. Estudiaba cuarto trimestre de administración en la Universidad Bolivariana de Venezuela, aldea Francisco Espejo. Además, era instructor de la cátedra de premilitar en varios liceos y monitor de la Academia de Policías.
En predios de la morgue, sus familiares, desconsolados, lo calificaron como una excelente persona. El mismo residía en un urbanismo de la Misión Vivienda en el sector Mamonal de Santa Lucía. Deja una viuda embarazada y una niña de un año, huérfana. Según refirieron los deudos, el funcionario estaba durmiendo en su casa, tras entregar su guardia, cuando lo llamaron del comando porque necesitaban refuerzos. Su esposa, entre lágrimas, lamentó haberlo despertado para que cumpliera con su deber.
Con la muerte del oficial de Paz Castillo, son 68 los policías y militares activos que han perdido la vida en hechos de violencia en 2015 en la Gran Caracas.
Dos calabozos…
En el comando de la Policía Municipal de Paz Castillo existen dos calabozos. Uno, es el tradicional, el otro, era el cuarto donde pernoctaban los funcionarios, el cual fue habilitado debido a la cantidad de reos que allí existen. “Actualmente, hay 73 presos”, refirió Isael Ruiz.
Yolanda Peña, tiene a su esposo detenido en este lugar. En la mañana de ayer, acudió para conocer su estado físico. Contó a este medio que desde hace dos años está esperando por el juicio, el cual ha sido diferido cinco veces. “El retardo procesal es terrible; siempre hay una excusa, la más reciente es que las boletas de citación no eran emitidas por el tribunal por falta de papel”, aseguró.
Samanta Martínez, por su parte, denunció que la noche del martes “funcionarios de la Guardia Nacional nos agredieron cuando fuimos a saber de nuestros parientes presos; nos hicieron correr”. Aseguró que como a las 12:30 de la madrugada, “escuchamos a los reos gritando, pidiendo auxilio, porque estaban siendo maltratados”.
Por el día de ayer, las visitas de familiares quedaron suspendidas. Solo se le permitió ingresar a un pariente por preso para llevarle comida.
MIP-TUY Agencia / LaVoz
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