El Gobierno de EE.UU. subrayó hoy que Colombia experimentó un «descenso» de la actividad terrorista en 2014, pese a que todavía no hay un acuerdo de paz con las FARC, y que Venezuela sigue sin cooperar «completamente» y mantuvo un «ambiente permisivo» al respecto.
En el capítulo sobre Latinoamérica de su informe anual sobre terrorismo en el mundo, el Departamento de Estado sostiene que las principales amenazas para la región no provienen de grupos terroristas, sino de «organizaciones criminales trasnacionales».
Además, afirma que la corrupción, instituciones gubernamentales «débiles», legislación frágil o inexistente y falta de recursos siguen siendo las causas de la falta de progresos «significativos» en la lucha antiterrorista en algunos países de la región.
Según el informe, en 2014 las principales amenazas terroristas seguían proviniendo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Mientras, continuó el «declive» en la capacidad del peruano Sendero Luminoso de llevar a cabo ataques y reclutar combatientes.
El Gobierno de EE.UU. no ha podido confirmar la presencia de células operacionales de Al Qaeda e Hizbulá en la región, pero sí la existencia de «simpatizantes ideológicos» que dan apoyo «financiero y moral» a esos y otros grupos terroristas.
La zona de la Triple Frontera, que conecta Argentina, Paraguay y Brasil, continuaba siendo el año pasado un «importante nexo regional» de armas, drogas, tráfico de personas y lavado de dinero, y EE.UU. sigue atento a la «influencia» de Irán en la región, de acuerdo con el informe.
En el análisis por países, el Departamento de Estado señala sobre Colombia que en 2014 las FARC estuvieron, como el año anterior, enfocadas en ataques «de alto impacto», cuyo número disminuyó con respecto a 2013, según las estadísticas del Gobierno colombiano.
En cuanto a Venezuela, EE.UU. asegura que continúa sin cooperar «completamente» con los esfuerzos antiterroristas de Washington y que el Gobierno de ese país no ha tomado medidas contra altos funcionarios designados como cabecillas del narcotráfico por el Departamento del Tesoro.
«Hay reportes creíbles de que Venezuela mantuvo un ambiente permisivo al apoyo a actividades que beneficiaron a conocidos grupos terroristas», dice el informe.
Sobre Perú, EE.UU. cree que Sendero Luminoso seguía siendo en 2014 una «amenaza» para la seguridad del país, aunque sus miembros continuaron disminuyendo.
Y con respecto a México, no hubo organizaciones terroristas internacionales operando en el país en 2014, pese a «varios informes de prensa erróneos» que aseguraban lo contrario.
Por otro lado, el Departamento de Estado sostiene en el documento que Cuba le ha dado garantías de que no facilitará el terrorismo internacional y no apoyará a los grupos ETA y FARC.
Estados Unidos formalizó la salida de Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo el pasado 29 de mayo, como parte del proceso de normalización de las relaciones bilaterales anunciado a finales de 2014. EFE